miércoles, 25 de enero de 2012

FBC MELGAR JUEGA EN UN ESTADIO DE TRISTE RECORDACIÒN

Cuando los relojes marquen las 8 de la noche en Perú, 22 horas en Argentina, de este 27 de enero, el equipo FBC Melgar iniciará su participación en la tercera edición de la Copa Ciudad de Rosario 2012, su rival será nada menos que el cuadro anfitrión del Rosario Central y si logra ganar el conjunto arequipeño, pasará a disputar la final el día 29 con el vencedor del cotejo Atlético Rafaela y Unión de Santa Fe. Será la primera vez en su historia que el cuadro del “domino” jugué en el estadio mundialista denominado Gigante de Arroyito, un recinto deportivo que su historia está marcada de corrupción y hasta asesinato.

El 6 de julio de 1966, en el 35º Congreso de FIFA, realizado en Londres, se designa como sede del Mundial de Fútbol del año 1978 al país de la Argentina, el otro candidato era México, pero al ser elegido para organizar el mundial de 1970 dos años antes, retiró su candidatura.

Durante el gobierno de Juan Domingo Perón y su sucesora, María Estela Martínez de Perón (entre 1973 y 1974), se designó al Ministerio de Bienestar Social ver todo lo relacionado a la organización del Mundial, este ministerio tenía como mando al ultraderechista José López Rega, que organizó la Alianza Anticomunista Argentina, un grupo terrorista de ultraderecha que practicó asesinatos selectivos para combatir la influencia del ala izquierda del peronismo y de organizaciones marxistas.

El 24 de marzo de 1976, una junta militar dio un golpe de estado, denominándose Proceso de Reorganización Nacional, que tenía como cabeza visible al almirante Emilio Eduardo Massera.

En julio de 1976, se decidió crear por ley el Ente Autárquico Mundial 78 (EAM 78), destinado a programar la agenda y manejar las finanzas del futuro Campeonato. En un principio, este organismo oficial fue controlado por el Ejército, a través del general Omar Actis. Pero la Marina no quería quedarse afuera, Massera colocó al lado de Actis a Carlos Alberto Lacoste, hombre de su confianza.

Los proyectos de ambos dirigentes eran diametralmente opuestos: mientras Actis pretendía una inversión austera, Lacoste diseñaba un mundial faraónico; divergencia que los llevó a una fuerte confrontación. Cuarenta ocho horas antes de la presentación pública de su proyecto, Actis fue fusilado por un grupo de encapuchados y si bien la versión oficial atribuyó el asesinato a la organización Montoneros, años después el propio Lacoste fue acusado como instigador del crimen.


El EAM 78 –con un endeble general Antonio Merlo en la presidencia- fue manejado por Lacoste, quien ansiaba un Mundial grandilocuente que proyectara al mundo la capacidad de Argentina.
En un principio, Massera le había dicho al presidente de facto Jorge Rafael Videla que el mundial costaría unos 70 millones de dólares, aunque con Lacoste en la conducción del EAM 78, las cifras comenzaron a escalar estrepitosamente. Entre otras cosas, se remodelaron tres estadios (River, Velez y Rosario Central), y se construyeron otros tantos (Córdoba, Mar del Plata y Mendoza). También se pusieron a nuevo la infraestructura hotelera, los aeropuertos y los sistemas de telecomunicaciones. Asimismo, el EAM 78 contrató los servicios de la empresa de seguridad Juncadella y los de la empresa norteamericana Burson-Marsteller y Asociados, especializada en el mejoramiento de la imagen de gobiernos.
La búsqueda de una "buena cara" para mostrar al exterior incluyó también la remodelación total de Canal 7 (que pasó a llamarse Argentina Televisora Color) para garantizar una mejor calidad de transmisión.
Con el tiempo, el ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz, comenzó a advertir a Videla sobre los desorbitados presupuestos del EAM 78, pero el presidente de facto hizo caso omiso a las críticas. El 21 de junio de 1978 -mientras la selección de Argentina lograba su pase a la final, goleaba a Perú por 6-0- estalló una bomba en la casa del secretario de Hacienda de Martínez de Hoz, Juan Alemann, que días atrás había cargado duramente contra Carlos Lacoste y los despilfarros en la organización mundialista.

Las reformas que se hicieron en el estadio Gigante de Arroyito fuero: mejoramiento principal, así como la construcción de las tribunas populares altas y las plateas del sector medio alto, se mejoró todo los ambientes de vestuarios, facilidades para la transmisión por televisión, se instaló una pantalla gigante moderna para la época, en suma la capacidad de estadio llegó 41.465 personas.


Cabe recordar, que distintas investigaciones coinciden en afirmar que Lacaste habría cuadruplicado su patrimonio personal en la época en la que controló el ente organizador. Hasta hoy se desconoce exactamente cuánto dinero costó la organización del Campeonato de Fútbol ya que el EAM 78 nunca entregó sus balances.

Algunos autores señalan que se gastaron unos 520 millones de dólares, mientras que otros investigadores aseguran que la cifra fue de 700 millones de dólares, un monto diez veces superior al previsto inicialmente.

De todos modos, la suma es descomunal si se la compara con los 120 millones de dólares que se invirtieron en el siguiente mundial (España 1982), máxime si se toma en cuenta que por una cuestión inflacionaria debería haber sido más caro que el argentino.

Con ese gasto desmedido, la dictadura militar argentina privilegió el deporte –una inclinación que han tenido distintos gobiernos dictatoriales- en detrimento de la salud y la educación, colaboró en el aumento progresivo de la deuda externa y agudizó la crisis económica del país

En ese estadio se desarrolló, el Grupo B de Mundial de 1978, que lo integraban Túnez, México y Polonia. Además por esas cosas del destino Italia había derrotado a Argentina por 1-0 en Buenos Aires, lo que hacía que los anfitriones tenían que trasladarse hasta la ciudad de Rosario, en busca de pasar a la final del torneo. En el estadio Gigantes de Arroyito derrotó por 2-0 a Polonia, con goles del ídolo de Rosario Cenrtral, Mario Alberto Kempes “El Matador”, luego igualó sin abrir el marcado con el favorito Brasil, y finalmente se dio el “milagro” de derrotar a la selección peruana por 6-0.

En ese estadio los dirigidos por Julio “El Negro” Zamora, (ídolo del archi rival de Central, Newell’s Old Boys) jugarán, harán historia para bien o para mal. Y un día podremos escribir que FBC Melgar de Arequipa jugó también en ese estadio de un oscuro pasado.

Soy periodista y me gusta serlo y pienso que: En esta vida hay de todo, periodistas que dicen que no se casan con nadie, pero que se acuestan con cualquiera, lastima que sea impotente.