miércoles, 25 de diciembre de 2013

El resplandor de un niño invidente



Carlos yáñez perdió la vista a los tres meses de nacido
La natación es su vida y la Navidad un momento especial

Su mundo es diferente, dentro de la oscuridad en que se desenvuelve ha encontrado una luz y es que Carlos Jair Yáñez Huamán, ha aprendido a ver con el corazón, a sus 11 años de edad tiene bien claro el concepto de amor al prójimo y, en consecuencia, sabe bien el significado de la Navidad.
"Me pongo triste porque las personas piensan más en los regalos, se preocupan más en gastar su dinero en cosas materiales en vez de buscar la unión familiar en torno al niño Jesús. La Navidad es un momento muy especial".
Carlos es nadador, integrante del club Padre José Schmidpeter y es ciego.
Perdió a la vista a los tres meses de nacido, tras una mala intervención quirúrgica en EsSalud, incluso llegó a ir a Cuba, pero el daños era irreversible. "Sé de los colores, me hablan mucho de ellos, pero yo solo veo oscuro, pero puedo caminar en esa oscuridad sin ningún problema, cosa que los demás no pueden hacer".
En el verano del 2012, Carlos había ido hasta tres piscinas para que le pudieran enseñar a nadar, pero nadie se atrevía. Un día su madre decide llevarlo a la piscina de Alto Selva Alegre y habla con el profesor Willy Merma.
"Al principio tenía mis dudas, me hacía una serie de preguntas ¿cómo enseñar a nadar a un cieguito? Pero me armé de valor y recordé que antes había enseñado a uno niño down y autista y me salió bien", recuerda Willy Merma.
Casi todo los niños que se inician en aprendizaje de la natación siente cierto temor, incluso se reusan entrar a la piscina, con Carlos fue diferente. "Le puse sus boyas y con temor lo metí a la piscina, pero fue tal su adaptación que sentí que no tenía miedo y eso me sorprendió. A la semana él ya estaba nadando", recuerda Merma Coaguila.
Este pequeño sin querer se ha convertido en el símbolo de superación, en el "sí se Puede" de su club.
"Muchos nadadores cuando sienten que ya no pueden rendir más en una competencia o entrenamiento, recuerdan lo que hace Carlitos y siguen para adelante", cuenta Willy Merma.
El pequeño nadador ya está listo para competir, pero hasta ahora no lo ha podido hacer por que no hay otros nadadores en su categoría, pero siempre que su club participa en un certamen él nada en calidad de exhibición y es alentado por sus compañeros, su especialidad es el estilo espalda.
"Yo estoy contento con nadar que es mi vida, pero también estudio, terminé la primaria en mi colegio República de Francia. Cuando sea grande seré abogado, para poder defender a los demás, para que no haya tanta desigualdad. Cuando no estoy nadando o estudiando me gusta montar bicicleta". En estas vacaciones Carlos, seguirá entrenando, tiene su sueño de participar en los Panamericanos en Lima 2019.
Soy periodista y me gusta serlo y pienso que: En esta vida hay de todo, periodistas que dicen que no se casan con nadie, pero que se acuestan con cualquiera, lastima que sea impotente.