lunes, 6 de febrero de 2012

HEREDEROS DE OBDULIO VARELA JUGARAN CON FBC MELGAR

Todo aquel que se jacte de ser un amante del fútbol, un conocedor del balompié, sin duda sabe lo que fue el Mundial de Brasil y el significado del “maracanazo”, cuando el seleccionado de Uruguay derrotó al favorito Brasil por 2-1, un certamen que se había organizado para que el cuadro brasileño logre el título.



Cuenta la historia que la tarde del 16 julio de 1950, el entrenador de la selección de Uruguay, Juan López Fontana antes de empezar el partido, se dirigió a sus jugadores diciendo que evitar una derrota humillante jugaran defensivamente; cuando López se retiró el capitán uruguayo Obdulio Varela, dijo a sus compañeros: "Juancito es un buen hombre, pero ahora se equivoca. Si jugamos para defendernos, nos sucederá lo mismo que a Suecia o España". Después prosiguió aconsejando a sus compañeros de no mirar a las tribunas, que se concentren en lo que harían en campo de juego: "Muchachos, los de afuera son de palo, que comience la función".



Varela, recibió Copa Jules Rimet, de las mismas manos de Jules Rimet. El escritor Eduardo Galeano, escribió que: “Al anochecer, Obdulio Varela huye del hotel, asediado por periodistas, hinchas y curiosos. Obdulio prefiere celebrar en soledad. Se va a beber por ahí, en cualquier cafetín; pero por todas partes encuentra brasileños llorando.



-Todo fue por Obdulio- dicen, bañados en lágrimas, los que hace unas horas vociferaban en el estadio-. Obdulio nos ganó el partido.
Y Obdulio siente estupor por haberles tenido bronca, ahora que los ve de a uno. La victoria empieza a pesarle en el lomo. El arruinó la fiesta de esta buena gente, y le vienen ganas de pedirles perdón por haber cometido la tremenda maldad de ganar. De modo que sigue caminando por las calles de Río de Janeiro, de bar en bar. Y así amanece, bebiendo, abrazado a los vencidos.”



Obdulio Jacinto Muiños Varela, nació en Paysandú, Uruguay, 20 de septiembre de 1917, de muy niño comenzó a trabajar y a ganarse la vida como fuere. A los 13 años cuidaba autos en el Hotel del Prado. A él le gustaba que lo llamen por su apellido materno.
“El Negro Jefe”, como se le conocía, se inició jugando en el Club Deportivo Juventud, pasando en 1937 al Montevideo Wanderers Fútbol Club en forma profesional. Luego de jugar 6 temporadas con los wanderistas, fue transferido en 1943 al Club Atlético Peñarol. Obdulio Varela, es ídolo de ídolos de cuadro “bohemio” que el próximo miércoles 8 de febrero se enfrentará al cuadro arequipeño del FBC Melgar.


Sí, los herederos del gran Obdulio Varela, pisarán el césped del estadio Arequipa, de la Universidad Nacional San Agustín desde las 19:30 horas y evaluaran a los dirigidos por Julio “el negro” Zamora.
Wanderer es una palabra inglesa, que en el idioma español significa romero o romera que no es una persona peregrino que iba en romería con bordón y esclavina, mientras que en alemán se podría decir que es un errante un caminante, en portugués un excursionista, en italiano tiene un significado de vagabundo, y en sueco excursionistas bohemios.



Los hinchas del Montevideo Wanderers Fútbol Club, se hacen llamar “los bohemios” con mucho orgullo. ¿Pero por qué escoger este nombre para un club de fútbol? Cuenta la historia que el Montevideo Wanderers nace a fines del siglo XIX, conformado por un grupo de jóvenes idealistas que deseaban plasmar sus principios deportivos en un club donde fueran realmente protagonistas de sus propias decisiones.
A la cabeza se encontraban los hermanos Sardeson la colectividad rápidamente pasó a ser un grupo conocido en su barrio de origen, el Prado. Su nombre nace como consecuencia de un viaje de Enrique y Juan Sardeson a Inglaterra. Por aquellos años en tierras británicas arrasaba el Wanderers a secas aunque no era el único Club con ese nombre jugando en el torneo inglés ya que coexistía con el Wanderers de Wolverhampton institución que en la actualidad disputa La Premier League. De ahí el nombre de este club.



Pero el Wanderers no es el único club que juega en Uruguay, también existe, El Wanderers Fútbol Club, es una institución de fútbol con sede en la ciudad de Artigas, del Departamento homónimo. Fundado en 1935 y su equipo juega en la 1ª Divisional "A" de la Liga de Fútbol de Artigas
Lo increíble es que no solo hay Wanderers en Uruguay, sino que también en los siguientes países: Chile: Club de Deportes Santiago Wanderers, de la ciudad de Valparaíso, además existieron, Valparaíso Wanderers Football Club, Liverpool Wanderers, de Santiago estos últimos ya desaparecidos pero que en su momento tuvieron fama.



En Inglaterra: Bolton Wanderers F.C., equipo de Bolton; Woolpack Wanderers F.C., de las Islas Sorlingas; Burton Park Wanderers F.C. de Northamptonshire; Wolverhampton Wanderers F.C. de inglés de Wolverhampton y Wycombe Wanderers F.C. de High Wycombe.
En Irlanda, existe el club Bray Wanderers A.F.C., en Malta: Sliema Wanderers F.C., equipo maltés de Sliema y S.K. Victoria Wanderers F.C., equipo maltés de Victoria. En Nueva Zelanda está Cashmere Wanderers.



Mientras que en la República de Mauricio, es un país insular ubicado al suroeste del océano Índico, a 900 kilómetros de las costas orientales de Madagascar y aproximadamente a 3.943 kilómetros al suroeste de la India, existe el Arsenal Wanderers, hasta en el país africano de Zambia hay un equipo de hockey sobre hielo llamado Mufulira Wanderers Football Club


El gran Obdulio Varela debutó en Wandereres en el año 1938 y jugó por cinco temporadas donde demostró su categoría para los grandes acontecimientos. Expuso su gran vigor en el sector central del campo de juego y su especialidad para la ejecución en los remates de tiro penal.
En 1939 los bohemios son vice campeones del campeonato Honor Uruguayo. En 1942 a tres fechas del final del Campeonato Uruguayo disputando el título palmo a palmo con las dos enseñas clásicas. El equipo wanderista culminó tercero el torneo. Para 1943 ya alejado el gran capitán obtiene el cuarto puesto en el torneo local hecho que se repetiría un año más tarde.

A mediados de esa década por primera vez los bohemios se ubican en la parte posterior de la tabla del torneo uruguayo. Por más que los dirigentes albinegros contratan figuras de experiencia desde la Argentina no logran que el equipo vuelva a tener el protagonismo de otros años.
Curiosamente en el año del “Maracanazo” en 1950 los bohemios culminan últimos en la tabla de posiciones del Uruguayo con el Club Atlético Bella Vista. La Asociación fijó desempates para ver qué equipo permanecía en la máxima divisional y quien descendía. La primera final marcó el triunfo papal por dos a uno, la segunda arrojó victoria de Wanderers por uno a cero y la tercera empate a dos. Por lo pronto y al no ponerse las instituciones de acuerdo en la fijación de un cuarto partido se decidió que quien debía determinar el descenso de esa temporada era un sorteo. Y así fue. La suerte acompaño al bohemio debiendo descender Bella Vista a la B.



Finalmente en el libro “Fútbol a Sol y Sombra” se lee lo siguiente: “Al fin de aquella jornada, los periodistas acosaron al héroe. Y él no se golpeó el pecho proclamando que somos los mejores y no hay quien pueda con la garra charrúa: "Fue casualidad" murmuró Obdulio, meneando la cabeza. Y cuando quisieron fotografiarlo, se puso de espaldas. Pasó esa noche bebiendo cerveza, de bar en bar, abrazado a los vencidos, en los mostradores de Río de Janeiro.
Los brasileños lloraban. Nadie lo reconoció. Al día siguiente, huyó del gentío que lo esperaba en el aeropuerto de Montevideo, donde su nombre brillaba en un enorme letrero luminoso. En medio de la euforia, se escabulló disfrazado de Humphrey Bogart, con un sombrero metido hasta la nariz y un impermeable de solapas levantadas. En recompensa por la hazaña, los dirigentes del fútbol uruguayo se otorgaron a sí mismos medallas de oro. A los jugadores les dieron medallas de plata y algún dinero.
El premio que recibió Obdulio le alcanzó para comprar un Ford del año 31, que fue robado a la semana”.
El cuadro “bohemio” llega con su primer equipo, veremos si los herederos de Obdulio Varela, dan un buen espectáculo para los aficionados arequipeños y que sea un buen evaluador para los “rojinegros” del FBC Melgar.
Soy periodista y me gusta serlo y pienso que: En esta vida hay de todo, periodistas que dicen que no se casan con nadie, pero que se acuestan con cualquiera, lastima que sea impotente.