Estamos siendo testigos que de a poco se va iniciando la
“nueva normalidad” en la sociedad peruana a consecuencia de la pandemia del
covid-19, y de esta realidad no escapa el deporte. Sin duda que la punta de
lanza fue el fútbol, ojo, pero el fútbol profesional, y esto fue más por una
presión de las altas esferas por el fuerte interés económico que mueve esta
disciplina deportiva industrializada. En este aspecto, más allá del IPD, son
los gobiernos regionales y locales (municipios) los que tiene que estar en la
primera línea para fomentar y promover la actividad física y deportiva, por un
aspecto de salud física y mental.
A lo largo de mi actividad periodística en el deporte (cerca
de tres décadas) no he podido ver en Arequipa un trabajo serio y sostenido por
parte de los gobiernos locales en lo referente al desarrollo de la actividad
física y deportiva como una forma de vida en la población. El problema radica
en que un alcalde o un presidente regional cree que trabajar en el desarrollo
deportivo es básicamente la construcción de infraestructura deportiva, es decir
en hacer una losa polideportiva, remodelación de coliseos, complejos deportivos
o quizás la construcción de estadios de fútbol. Por ejemplo, Paucarpata es uno
de los distritos que tiene más de una decena de estadios, y pregunto: ¿cuántos
niños o jóvenes de ese distrito en la última década han triunfado en el fútbol?
Otro aspecto: hoy en día existe gran de cantidad de piscinas
temperadas municipales, aparte de las de los colegios y las privadas. ¿Es
Arequipa una potencia nacional en natación?
Entre los años 2014 a 2020, el presupuesto que los gobiernos
locales asignaron al ámbito deportivo fue 4,334 millones de soles y el 94% fue
destinado a financiar infraestructura deportiva, e igual situación ocurre con
los gobiernos regionales: en el mismo período asignaron un presupuesto de 493
millones de soles, de los cuales 90% fue para desarrollar infraestructura.
Como dice el expresidente del IPD y un especialista en
gestión pública, Saúl Barrera Ayala: “Se sigue creyendo que la masificación
deportiva se impulsará solo con infraestructura; es como creer que la educación
y salud de la población mejorará construyendo solo más colegios y hospitales. Que
la inseguridad se reducirá construyendo solo más comisarías”.
Existen trabajos de
investigación sobre la masificación deportiva desde un punto de vista como
estilo de vida, buscando tener una sociedad sana física y sociológicamente.
Barrera Ayala sostiene que hay cuatro temas puntales que de
todas maneras tienen que tener en cuenta los gobiernos locales: financiamiento,
infraestructura deportiva, personal calificado y gestión deportiva.
Y la realidad nos dice que en la municipalidades no hay
gente capacitada en desarrollo de políticas, administración y gestión
deportiva, generalmente colocan a un exdeportista o alguien que apoyó en la
campaña electoral del alcalde. Y en el gobierno regional ni hablar, ahí no
existe el deporte y desde años, da la impresión que hasta ese ente
gubernamental llegaron aquellos que siendo niños nunca desarrollaron actividad física o deportiva.