Franz Rivera hace un análisis de cómo podría ser la conducta de la
sociedad pos pandemia covid-19
Tarde o temprano la pandemia del covid-19 va a terminar.
Hace poco el doctor Edilberto Salazar Zender, gerente de la Red Asistencia de
Salud de Arequipa, sostuvo que el 40% de la población arequipeña está
contagiado con coronavirus, y cerca de llegar a lo que es inmunidad de rebaño.
Hace unos días el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció que ya tiene la
vacuna. Todo esto quiere decir que se tendrá un final. ¿Pero cómo será la
salud mental de los deportistas y población pos pandemia?
Franz Vladimir Rivera Mansilla es magíster en Psicología;
por años ha trabajado en este campo en el mundo del deporte; además, es
investigador de esta ciencia y docente universitario. Con él conversamos sobre
todo lo que sucede por la pandemia y no solo desde el punto de vista del
deporte, sino también en términos generales.
¿Cómo será el comportamiento no solo de los deportistas, sino de la
población en general desde el punto de vista psicológico pos pandemia?
-Mucho va tener que ver la personalidad de cada uno y el
contexto en que se va encontrar, por ejemplo, un deportista de alto nivel o
ciudadano común y corriente cuando por decir llegue la vacuna. Pero en términos
generales creo que todos viviremos en incertidumbre, temerosos y desconfiados
en niveles muy elevados.
Quiere decir que va haber un impacto mental. ¿Se está trabajando para
prevenir todo esto?
-Lo que más falta en nuestro país es el trabajo de la
prevención, y no solo en el deporte, sino en todo aspecto del desarrollo de
nuestra sociedad. Te comento que en abril se trabajó en activación de la salud
mental en Arequipa, se intentó con el miembro del Consejo Regional de Arequipa,
Ysrael “Cachete” Zúñiga, a través de la Gerencia Regional de Arequipa. Se
convocó a todos los agentes sociales vinculados a la salud mental comunitaria:
Colegio de Psicólogos, 8 escuelas de psicología de universidades, Centros de Salud
Mental Comunitaria, clínicas privadas y estatales de salud mental, sector
estatal de salud mental (Ministerio Público, Ministerio de Salud, Ministerio de
la Mujer, entre otros), pero nunca hubo voluntad política para concretar todo
esto.
Siempre se habló de que la actividad deportiva es una forma de prevenir
cualquier enfermedad física. ¿También va para lo mental?
-Sin duda. Hay tres pasos en lo que es la prevención para
tener una buena salud mental, y en esta primera parte encaja la actividad
deportiva: salir a correr, quizás caminar, subir escaleras, incluso bailar, y
eso va ayudar a descargar energía, poderse relajarse…
Pero hay personas que durante el día hacen una descarga de energía con
los quehaceres de la casa o quizás con su trabajo cotidiano.
-Hay que ser claros aquí. Tú me estás hablando de una
actividad motriz. Por ejemplo, tengo que hacer la limpieza de casa todos los
días y eso por obligación, tengo que cargar paquetes y llevar hasta cierto
punto en mi trabajo eso, y también lo hago por obligación porque es mi deber.
Pero el hecho de correr, bailar, eso lo hago como una forma de relajarme, de
distraerme, es decir hay esa predisposición mental de divertirme haciendo
deporte o actividad física, y es muy importante. En los deberes laborales no
hay mucho disfrute como sí lo hay, por ejemplo, en salir a trotar.
Tengo la percepción de que a raíz de esta larga cuarentena mucha gente
que nunca hacía deporte recreativo lo comenzó hacer, y sin duda que esto le
ayuda a tener una buena salud mental por estos días. ¿Pero qué hacer para esta
nueva costumbre se quede?
-Es verdad, mucha gente está haciendo actividad deportiva,
es decir estamos hablando de la prevención primaria, es un factor educativo y
sensibilización de la comunidad, y como lo dijimos, donde se debe diferenciar
la labor y función del juego, deporte, actividad física, el ejercicio. Hoy en
día nada garantiza que esas personas sigan haciendo deporte después de que pase
todo esto. Hay que fidelizar a la gente a que siga haciendo deporte,
comunicar lo importante que es hacer ejercicios. Aquí tiene que jugar un rol
muy importante el IPD, las municipalidades con sus oficinas de deportes, los
clubes, deben organizar charlas virtuales, ponderar a esa gente a que siga
haciendo deporte e incentivar a otros a que lo inicien.
Habló usted de comunicar. ¿Hay una buena comunicación e información
sobre este tema?
-Mira, la dirección comunicativa va en desfase con la
realidad, como las ideas de “Quédate en casa”, “Estamos en guerra”. Quédate en
casa ya cumplió un ciclo de influencia social y el estar en guerra no es la
mejor analogía para civiles que nunca vivieron una guerra, prefiero la
sinceridad del mensaje que estamos en un reto de sobrevivencia, o desafío para
mantenerse vivo. Sin duda que aquí también los medios de comunicación tienen
que cumplir un rol muy importante.
¿Hay mucha polarización?
-Arequipa ya pasó los 140 días de cuarentena, dividida y
polarizada entre “los que quieren y no quieren”, “los que pueden y los que no
pueden” seguir en cuarentena. La covid-19 dejará de ser un número o estadística
cuando tenga el “rostro” de un ser querido o el nombre de un conocido
contagiado o fallecido.
¿Hay un exagerado miedo a la muerte?
-El deportista quizá ve con expectativa los contagios, pero otros
deportistas, para saber el final de la enfermedad y saber que son menos las
posibilidades que lo dañen, encontrando “tranquilidad” al saber que deportistas
superan el mal, pero luego entonces se encuentran con otro temor más complejo,
mezclada con incertidumbre, de enfermar y ser afectado, pero por sobre todo de
enfermar y contagiar a su entorno o cargar con la muerte de un familiar cercano
a cuestas. Cuando la muerte se ve más cerca, la disonancia cognitiva crece y
hay mayor deseo de reducirla.
¿Disonancia cognitiva?
-La disonancia cognitiva se refiere a la tensión, malestar o
incomodidad que percibimos cuando mantenemos dos ideas contradictorias o
incompatibles. Significa que hay tensión o desarmonía interna (conflicto
interno) de ideas, creencias y emociones que se perciben y están opuestos, o
por un comportamiento que entra en conflicto con sus creencias. Donde se busca
encontrar argumentos que atenúen los conflictos para enfrentar una realidad y
superarla.
¿Y el fútbol no es un buen vehículo para que la gente se distraiga, se
relaje, la pase bien?
-Sin duda que a la mayoría nos gusta el fútbol en mayor o
menor grado. Mira, el fútbol es el psicólogo más barato, que alivia, distrae,
pero que no cura. Genera una burbuja.
Mucho se habla del fútbol; del fútbol profesional peruano, hay que
aclararlo, por lo que sucedió por estos días. ¿Pero en sí es el fútbol o somos
nosotros, es decir la sociedad que mostramos ciertas conductas que no son
buenas?
-Hay costumbres y usos que están arraigados en nuestra
idiosincrasia. Hemos sido testigos lo de la semana pasada con un sector de
barristas de Universitario y en época de pandemia, y sobre todo cuando es muy
importante acatar el distanciamiento social y este comportamiento es público,
para afuera, al exterior. ¿Y el comportamiento privado?
Claro, lo entiendo. La costumbre de ver un partido de fútbol en grupo:
familiares, amigos, la parrillada, la chelita…
Has captado la idea. Y eso somos. Nadie garantiza que se
reúnan los amigos, pasen un buen rato de relajo en torno a un partido de fútbol
en la intimidad de una casa, pero eso hoy en día no se puede hacer.
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