jueves, 13 de agosto de 2020

HACER DEPORTE PARA UNA BUENA SALUD MENTAL



Franz Rivera hace un análisis de cómo podría ser la conducta de la sociedad pos pandemia covid-19


Tarde o temprano la pandemia del covid-19 va a terminar. Hace poco el doctor Edilberto Salazar Zender, gerente de la Red Asistencia de Salud de Arequipa, sostuvo que el 40% de la población arequipeña está contagiado con coronavirus, y cerca de llegar a lo que es inmunidad de rebaño. Hace unos días el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció que ya tiene la vacuna. Todo esto quiere decir que se tendrá un ­ final. ¿Pero cómo será la salud mental de los deportistas y población pos pandemia?
Franz Vladimir Rivera Mansilla es magíster en Psicología; por años ha trabajado en este campo en el mundo del deporte; además, es investigador de esta ciencia y docente universitario. Con él conversamos sobre todo lo que sucede por la pandemia y no solo desde el punto de vista del deporte, sino también en términos generales.

¿Cómo será el comportamiento no solo de los deportistas, sino de la población en general desde el punto de vista psicológico pos pandemia?
-Mucho va tener que ver la personalidad de cada uno y el contexto en que se va encontrar, por ejemplo, un deportista de alto nivel o ciudadano común y corriente cuando por decir llegue la vacuna. Pero en términos generales creo que todos viviremos en incertidumbre, temerosos y descon­fiados en niveles muy elevados.

Quiere decir que va haber un impacto mental. ¿Se está trabajando para prevenir todo esto?
-Lo que más falta en nuestro país es el trabajo de la prevención, y no solo en el deporte, sino en todo aspecto del desarrollo de nuestra sociedad. Te comento que en abril se trabajó en activación de la salud mental en Arequipa, se intentó con el miembro del Consejo Regional de Arequipa, Ysrael “Cachete” Zúñiga, a través de la Gerencia Regional de Arequipa. Se convocó a todos los agentes sociales vinculados a la salud mental comunitaria: Colegio de Psicólogos, 8 escuelas de psicología de universidades, Centros de Salud Mental Comunitaria, clínicas privadas y estatales de salud mental, sector estatal de salud mental (Ministerio Público, Ministerio de Salud, Ministerio de la Mujer, entre otros), pero nunca hubo voluntad política para concretar todo esto.

Siempre se habló de que la actividad deportiva es una forma de prevenir cualquier enfermedad física. ¿También va para lo mental?
-Sin duda. Hay tres pasos en lo que es la prevención para tener una buena salud mental, y en esta primera parte encaja la actividad deportiva: salir a correr, quizás caminar, subir escaleras, incluso bailar, y eso va ayudar a descargar energía, poderse relajarse…

Pero hay personas que durante el día hacen una descarga de energía con los quehaceres de la casa o quizás con su trabajo cotidiano.
-Hay que ser claros aquí. Tú me estás hablando de una actividad motriz. Por ejemplo, tengo que hacer la limpieza de casa todos los días y eso por obligación, tengo que cargar paquetes y llevar hasta cierto punto en mi trabajo eso, y también lo hago por obligación porque es mi deber. Pero el hecho de correr, bailar, eso lo hago como una forma de relajarme, de distraerme, es decir hay esa predisposición mental de divertirme haciendo deporte o actividad física, y es muy importante. En los deberes laborales no hay mucho disfrute como sí lo hay, por ejemplo, en salir a trotar.

Tengo la percepción de que a raíz de esta larga cuarentena mucha gente que nunca hacía deporte recreativo lo comenzó hacer, y sin duda que esto le ayuda a tener una buena salud mental por estos días. ¿Pero qué hacer para esta nueva costumbre se quede?
-Es verdad, mucha gente está haciendo actividad deportiva, es decir estamos hablando de la prevención primaria, es un factor educativo y sensibilización de la comunidad, y como lo dijimos, donde se debe diferenciar la labor y función del juego, deporte, actividad física, el ejercicio. Hoy en día nada garantiza que esas personas sigan haciendo deporte después de que pase todo esto. Hay que ­ fidelizar a la gente a que siga haciendo deporte, comunicar lo importante que es hacer ejercicios. Aquí tiene que jugar un rol muy importante el IPD, las municipalidades con sus oficinas de deportes, los clubes, deben organizar charlas virtuales, ponderar a esa gente a que siga haciendo deporte e incentivar a otros a que lo inicien.

Habló usted de comunicar. ¿Hay una buena comunicación e información sobre este tema?
-Mira, la dirección comunicativa va en desfase con la realidad, como las ideas de “Quédate en casa”, “Estamos en guerra”. Quédate en casa ya cumplió un ciclo de infl­uencia social y el estar en guerra no es la mejor analogía para civiles que nunca vivieron una guerra, prefiero la sinceridad del mensaje que estamos en un reto de sobrevivencia, o desafío para mantenerse vivo. Sin duda que aquí también los medios de comunicación tienen que cumplir un rol muy importante.

¿Hay mucha polarización?
-Arequipa ya pasó los 140 días de cuarentena, dividida y polarizada entre “los que quieren y no quieren”, “los que pueden y los que no pueden” seguir en cuarentena. La covid-19 dejará de ser un número o estadística cuando tenga el “rostro” de un ser querido o el nombre de un conocido contagiado o fallecido.


¿Hay un exagerado miedo a la muerte?
-El deportista quizá ve con expectativa los contagios, pero otros deportistas, para saber el final de la enfermedad y saber que son menos las posibilidades que lo dañen, encontrando “tranquilidad” al saber que deportistas superan el mal, pero luego entonces se encuentran con otro temor más complejo, mezclada con incertidumbre, de enfermar y ser afectado, pero por sobre todo de enfermar y contagiar a su entorno o cargar con la muerte de un familiar cercano a cuestas. Cuando la muerte se ve más cerca, la disonancia cognitiva crece y hay mayor deseo de reducirla.

¿Disonancia cognitiva?
-La disonancia cognitiva se refiere a la tensión, malestar o incomodidad que percibimos cuando mantenemos dos ideas contradictorias o incompatibles. Significa que hay tensión o desarmonía interna (conflicto interno) de ideas, creencias y emociones que se perciben y están opuestos, o por un comportamiento que entra en confl­icto con sus creencias. Donde se busca encontrar argumentos que atenúen los con­flictos para enfrentar una realidad y superarla.

¿Y el fútbol no es un buen vehículo para que la gente se distraiga, se relaje, la pase bien?
-Sin duda que a la mayoría nos gusta el fútbol en mayor o menor grado. Mira, el fútbol es el psicólogo más barato, que alivia, distrae, pero que no cura. Genera una burbuja.

Mucho se habla del fútbol; del fútbol profesional peruano, hay que aclararlo, por lo que sucedió por estos días. ¿Pero en sí es el fútbol o somos nosotros, es decir la sociedad que mostramos ciertas conductas que no son buenas?
-Hay costumbres y usos que están arraigados en nuestra idiosincrasia. Hemos sido testigos lo de la semana pasada con un sector de barristas de Universitario y en época de pandemia, y sobre todo cuando es muy importante acatar el distanciamiento social y este comportamiento es público, para afuera, al exterior. ¿Y el comportamiento privado?

Claro, lo entiendo. La costumbre de ver un partido de fútbol en grupo: familiares, amigos, la parrillada, la chelita…
Has captado la idea. Y eso somos. Nadie garantiza que se reúnan los amigos, pasen un buen rato de relajo en torno a un partido de fútbol en la intimidad de una casa, pero eso hoy en día no se puede hacer.



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Soy periodista y me gusta serlo y pienso que: En esta vida hay de todo, periodistas que dicen que no se casan con nadie, pero que se acuestan con cualquiera, lastima que sea impotente.