A continuación una nota que aparece hoy en el Comercio, sobre Fredy Torrealva, el que sin duda dio mucha alegría no solo a los hinchas de Melgar sino en a toda Arequipa, cuando en 1992 hizo un gol de “callejón” a Sporting Cristal, ese día los rojinegros golearon por 6-0 a los cerveceros. ¡Que tiempo aquellos!, ¡Ah! En el arco de Melgar estaba Gustavo Bobadilla, hoy entrenador de la dominó.
El sobreviviente
Torrealva dirige el Alianza Pisco. Una lesión lo alejó joven de las canchas
Por Fernando Lozano
Pisco. Fredy Torrealva llevó a una cancha de fútbol el gol que todos hemos soñado alguna vez hacer. Fue el 18 de octubre de 1992. Ante 13.037 espectadores en el estadio Melgar de Arequipa, 'Chucky', vestido con la roja y negra del equipo dominó, se llevó a innumerables camisetas celestes del Sporting Cristal y al portero 'Pañalón' Quesada, paró la pelota en la línea de la meta, se agachó y la metió de cabeza.
"Gol de antología", escribió El Comercio al día siguiente. "Gol para la historia", dice Fredy, casi 16 años después, frente a su casa descascarada por el terremoto del 15 de agosto pasado, sentado en una banca venida a menos de la Alameda de Pisco.
"Solo me agaché, lo hice y listo, no pensaba lo que me iba a suceder, todos se me fueron encima. El gol no lo hice por burla, sino por la misma pasión del momento", dice. Un Franco Navarro en sus últimos aires fue de los que más le hizo la bronca. "No me pasó nada, aunque luego Oblitas solo me tuvo tres meses en la selección de Popovic, pese a que me había dicho que jugaba bien", agrega.
Esa fue la jugada cumbre de 'Chucky'. Es un momento feliz que lo alegra en medio de los momentos difíciles que todavía pasa junto con su familia en la provincia del sur chico.
Lo que el fútbol le dio al volante de Universitario, integrante de esos equipos cremas de los años 90 que lo luchaban todo, casi se lo quita la naturaleza. Su casa de tres pisos resultó muy afectada por el terremoto del 15 de agosto del año pasado.
Las paredes de lo que en el primer piso fue su tienda-club Once Amigos están arrimadas en una de las pilas de desmonte como las que todavía se ven por toda la ciudad. Espera que Defensa Civil le diga si puede volver a habitarla; mientras tanto, vive con su esposa y sus dos hijos menores, Sherydan de 9 años y Shervyn, de 2, en una casita cercana de su suegra. Su hijo mayor, Sheradyn, de 16, vive en Lima y juega por los menores de la 'U'.
Crema de mi vida
¿Qué es la 'U' para ti? "Es un sentimiento. Yo, debo confesar, que era de Alianza hasta que fui a jugar a la 'U'. Ahora cuando me dicen Alianza no siento nada; en cambio, cuando me hablan de Universitario me emociono".
Su cariño por la crema es irrompible, pese a que en su mejor momento, en 1993, Alfredo González le impidió que aceptara una oferta de la Universidad Católica de Chile. "No quiso, me truncó la carrera", dice sin rencor. "Aproveché para pedir un aumento y me lo dio".
Por eso le dolió cuando tuvo que irse a finalizar la temporada del 97. En 1998 regresó al lugar donde se hizo famoso, el Melgar, pero una lesión a la rodilla derecha en la pretemporada lo alejó definitivamente del fútbol a los 30 años.
Se dijo que la pasaba mal, algunos creen que hasta le habían amputado la pierna, pero Freddy está en dos pies y sigue ligado al fútbol. "Me operaron y listo, nada más, solo puras habladurías", dijo. Hoy juega campeonatos empresariales y es técnico del Alianza Pisco, representante de Ica en la Copa Perú. Ahí sí permiten las jugadas de barrio.
El sobreviviente
Torrealva dirige el Alianza Pisco. Una lesión lo alejó joven de las canchas
Por Fernando Lozano
Pisco. Fredy Torrealva llevó a una cancha de fútbol el gol que todos hemos soñado alguna vez hacer. Fue el 18 de octubre de 1992. Ante 13.037 espectadores en el estadio Melgar de Arequipa, 'Chucky', vestido con la roja y negra del equipo dominó, se llevó a innumerables camisetas celestes del Sporting Cristal y al portero 'Pañalón' Quesada, paró la pelota en la línea de la meta, se agachó y la metió de cabeza.
"Gol de antología", escribió El Comercio al día siguiente. "Gol para la historia", dice Fredy, casi 16 años después, frente a su casa descascarada por el terremoto del 15 de agosto pasado, sentado en una banca venida a menos de la Alameda de Pisco.
"Solo me agaché, lo hice y listo, no pensaba lo que me iba a suceder, todos se me fueron encima. El gol no lo hice por burla, sino por la misma pasión del momento", dice. Un Franco Navarro en sus últimos aires fue de los que más le hizo la bronca. "No me pasó nada, aunque luego Oblitas solo me tuvo tres meses en la selección de Popovic, pese a que me había dicho que jugaba bien", agrega.
Esa fue la jugada cumbre de 'Chucky'. Es un momento feliz que lo alegra en medio de los momentos difíciles que todavía pasa junto con su familia en la provincia del sur chico.
Lo que el fútbol le dio al volante de Universitario, integrante de esos equipos cremas de los años 90 que lo luchaban todo, casi se lo quita la naturaleza. Su casa de tres pisos resultó muy afectada por el terremoto del 15 de agosto del año pasado.
Las paredes de lo que en el primer piso fue su tienda-club Once Amigos están arrimadas en una de las pilas de desmonte como las que todavía se ven por toda la ciudad. Espera que Defensa Civil le diga si puede volver a habitarla; mientras tanto, vive con su esposa y sus dos hijos menores, Sherydan de 9 años y Shervyn, de 2, en una casita cercana de su suegra. Su hijo mayor, Sheradyn, de 16, vive en Lima y juega por los menores de la 'U'.
Crema de mi vida
¿Qué es la 'U' para ti? "Es un sentimiento. Yo, debo confesar, que era de Alianza hasta que fui a jugar a la 'U'. Ahora cuando me dicen Alianza no siento nada; en cambio, cuando me hablan de Universitario me emociono".
Su cariño por la crema es irrompible, pese a que en su mejor momento, en 1993, Alfredo González le impidió que aceptara una oferta de la Universidad Católica de Chile. "No quiso, me truncó la carrera", dice sin rencor. "Aproveché para pedir un aumento y me lo dio".
Por eso le dolió cuando tuvo que irse a finalizar la temporada del 97. En 1998 regresó al lugar donde se hizo famoso, el Melgar, pero una lesión a la rodilla derecha en la pretemporada lo alejó definitivamente del fútbol a los 30 años.
Se dijo que la pasaba mal, algunos creen que hasta le habían amputado la pierna, pero Freddy está en dos pies y sigue ligado al fútbol. "Me operaron y listo, nada más, solo puras habladurías", dijo. Hoy juega campeonatos empresariales y es técnico del Alianza Pisco, representante de Ica en la Copa Perú. Ahí sí permiten las jugadas de barrio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario