El 'Cabezón' Reynoso dejó de lado, por un momento, su falta de contacto con la gente y no pudo resistirse a sacarse unas fotos con los pequeños fanáticos que fueron a ver entrenar al equipo de sus amores. Parece que el buen momento rojinegro le ha ablandado un poco el corazón al entrenador, que ya no muestra un semblante tan amargado como acostumbra.
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