San Francisco de Sales sostenía que la frase "El camino al infierno está lleno de buenas intenciones” le pertenece a San Bernardo de Claraval, personaje que fue muy influyente en la humanidad en la Edad Media. Este dicho con el tiempo ha sufrido algunas variaciones pero en todos el significado es el mismo: De nada sirve los buenos propósitos si en la realidad, en los hechos, no se cumple con lo establecido. Y desde mi punto de vista, este refrán le cae a pelo al desarrollo del fútbol de menores.
La semana que pasó hubo mucha actividad deportiva en relación al fútbol de menores. El sábado se jugó la tercera fecha del Torneo Centenario, que organiza la Federación Peruana de Fútbol, con la participación de los clubes profesionales de Primera y Segunda División, en las categorías sub-13, sub-15 y sub-17. La idea de alguna manera es que los clubes de la órbita rentada trabajen con menores de manera seria, la participación en este torneo es obligatoria.
En el papel se ve bien, pero en la práctica sigue habiendo serias falencias. ¿Cómo es posible que FBC Melgar en con sus tres categorías y en sus tres presentaciones haya ganado por exorbitantes goleadas: Cienciano del Cusco, Santa Rosa de Andahuaylas y Alfredo Salinas de Espinar fueron sus víctimas. 9-0, 11-0, 13-0 fueron algunos de los resultados. ¿Hay trabajo en menores? Sí, sí lo hay.
Los equipos que presenta FBC Melgar, en su mayoría, están integrados por jugadores que no fueron formados por el cuadro “rojinegro”, provienen de varias academias. En buen romance, estamos hablando que se ha hecho una selección. No tengo la menor duda que las escuelas de fútbol como EGB, Deport Center, Alcides Carrión o Gran Sociedad hubieran hecho mejor papel que los rivales de Melgar, porque precisamente es de donde Melgar se ha nutrido de jugadores. Aquí se cumple otro dicho que reza “Nadie sabe para quién trabaja”. Esperemos que con el correr del tiempo no solo se obligue a los equipos a participar, sino a que trabajen de una manera seria. Y por lo visto, en Cienciano, Santa Rosa y Alfredo Salinas no lo están haciendo.
En el fin de semana también han culminado algunos torneos de menores. El común denominador de estos certámenes es observar la falta de técnicos adecuados para el trabajo con niños. No basta ser un entusiasta del fútbol, que día y noche ve Fox o ESPN, o haber jugado fútbol y destacado, para enseñar a los niños en formación. Ahora se tienen que preparar, estudiar. Y una vez culminada la carrera de técnico de fútbol, hacer una especialización en la enseñanza a menores. No es un juego inculcar el ABC del fútbol a los pequeños de 5, 6, 7, etc. años de edad. Tienen que tener una formación pedagógica. Solo así podemos hablar de un verdadero desarrollo del fútbol.
La semana pasada también llegó a Arequipa el argentino Horacio Anselmi. Toda una eminencia, licenciado en Alto Rendimiento, preparador físico, especialista en entrenamiento de la fuerza y la potencia. Tiene una trayectoria de 30 años en Boca Juniors. Uno de los temas de su ponencia era “Primeros años, formación inicial de 8 a 12 años”. Un promedio de 50 personas asistieron al seminario. ¿Cuántos de los que fueron trabajan con menores? ¿Cuántos “técnicos” participan en los torneos de fútbol de menores? Mucho más que 50.
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