Veinticuatro horas después de su oferta de negociar su
salida del Barça, Leo Messi sigue esperando una respuesta del club más allá de
la reiteración del presidente Josep Maria Bartomeu de no venderle. Los abogados
del crack argentino consideran que la cláusula liberatoria de su contrato sigue
vigente y que no caducó el 10 de junio, pero el futbolista mantiene su deseo de
no irse del Barça, después de 20 años, por la puerta de atrás y quiere pactar
un adiós amistoso.
La decisión de Messi de abandonar el Barça es irreversible.
Es una decisión meditada desde hace meses, trasladada al club en varias
ocasiones y el burofax enviado el pasado 25 de agosto solo es la culminación
del proceso. La humillación sufrida ante el Bayern en la Champions precipitó
los acontecimientos, así como la revolución impulsada por Bartomeu en la
plantilla con el fichaje de Koeman que se llevará por delante al gran amigo y
compañero de Leo, Luis Suárez. Messi tiene claro que su etapa en el Barça ha
acabado y que necesita nuevos incentivos en la recta final de su carrera
deportiva.
NO QUIERE UNA GUERRA MEDIÁTICA
La intención de Messi choca frontalmente con la férrea
voluntad de Bartomeu de no pasar a la historia como el presidente que vendió a
Messi. Por eso, incluso, ofreció su dimisión si eso servía para que el crack
argentino reconsiderara su postura. Pero Messi cree que no hay nada que
reconsiderar. Solo quiere buscar una salida honrosa para las dos partes. No
quiere ninguna guerra mediática. Ni ninguna batalla judicial. Este es el motivo
que empujó el viernes a Messi y a sus asesores a pedir esa negociación.
No se trata de hablar de dinero. Ni de presentar ofertas de
otros clubs. Lo que busca Messi es un acuerdo fraternal que culmine una
historia de 20 años de barcelonismo. Un pacto de no agresión que permita a
Messi seguir con su carrera en otro club pero que, al mismo tiempo, dignifique
su marcha del Barça, tal y como se merecen el mejor jugador de la historia y la
misma entidad blaugrana.
La decisión del Barça de cerrarse en banda a reconocer
vigente la cláusula liberatoria y a negociar un traspaso aboca a Messi y al
propio club a un callejón sin salida. Hay que ver qué movimientos está
dispuesto a hacer Messi en las próximas 48 horas, en las que debe acudir a las
pruebas PCR (mañana domingo, día 30) e iniciar los entrenamientos de
pretemporada a las órdenes de Koeman (el lunes, día 31).
No hay comentarios:
Publicar un comentario