Había terminado el Festival de Baloncesto en Silla de Rueda, el Presidente del IPD-Arequipa organizador de la actividad, terminó de entregar llantas para las sillas de los deportistas. De pronto se escuchó. “Ya tengo zapatos gracias al IPD”, tras esto carcajadas.
Es que Bernabé Tapia Condori es un hombre con mucho sentido de humor, un tipo con sobradas ganas de vivir y hacer deporte. Acaba de cumplir 40 años, en todo este tiempo nunca pudo correr, saltar, ni caminar. La poliomielitis lo condenó a una silla de ruedas.
Pero no siempre fue así (alegre), la actividad del deporte cambió su personalidad en 360 grados. “Soy del Distrito de Madrigal, en la Provincia de Caylloma. Cuando vivía allá de pequeño tenía mucha vergüenza de mi enfermedad, siempre paraba escondiéndome, cuando crecí tenía cólera de la vida, renegaba de mi familia. Hasta que un día ya de mayor tuve la oportunidad de venir a Arequipa, conocí a unos amigos catequistas, me hablaron de Dios, de la fe que debía tener en Él, entonces comencé a buscar la manera de hacer cosas, y bueno, opte por el deporte”.
Antes de seguir su relato suspira, no deja a la nostalgia vencer, y dibuja en su rostro una sonrisa. “¿Sabes?, yo hubiera sido el número uno en el atletismo, de no ser por Elmer Cáceres”. Tras decir esto, nuevamente la sonrisa.
“Ahora sí, hablando en serio, con Elmer siempre hemos competido; el primero, yo segundo o tercero, pero él es muy bueno. Por eso decidí jugar básquet”. Vuelve a sonreír.
“Hace 10 años que practico el básquet y la verdad me he superado mucho, gracias a esto soy conciente que puedo hacer todo”. Bernabé vive en la zona de Apurimac (Alto Selva Alegre) y todos los días conduciendo su silla de ruedas se dirige hasta el local de CIRCA ubicado en la avenida Kennedy, en Paucarpata. “Al principio me parecía lejos, pero me fui acostumbrando y ahora me parece cerca; además es como parte del entrenamiento, en todo caso supongo es como ir a pie”
Bernabé en su trabajo desarrolla labores de carpintería, pero también pinta, hace tallados, tapiza. “Cuando llego con mi silla a mi trabajo la verdad me siento normal… como tú, como los demás”.
Él siempre participa en las actividades deportivas organizadas por su club Corazón y Fibra, el IPD o cualquier otra institución. “Es importante hacer deporte, porque te convierte en una persona sana, buena y disciplinada, con ganas de vivir, de hacer muchas cosas, pienso que no puede haber excusas para dejar de hacer deporte”.
Así es Bernabé, no por algo su nombre significa “El esforzado, el que se anima. El entusiasta”.
Es que Bernabé Tapia Condori es un hombre con mucho sentido de humor, un tipo con sobradas ganas de vivir y hacer deporte. Acaba de cumplir 40 años, en todo este tiempo nunca pudo correr, saltar, ni caminar. La poliomielitis lo condenó a una silla de ruedas.
Pero no siempre fue así (alegre), la actividad del deporte cambió su personalidad en 360 grados. “Soy del Distrito de Madrigal, en la Provincia de Caylloma. Cuando vivía allá de pequeño tenía mucha vergüenza de mi enfermedad, siempre paraba escondiéndome, cuando crecí tenía cólera de la vida, renegaba de mi familia. Hasta que un día ya de mayor tuve la oportunidad de venir a Arequipa, conocí a unos amigos catequistas, me hablaron de Dios, de la fe que debía tener en Él, entonces comencé a buscar la manera de hacer cosas, y bueno, opte por el deporte”.
Antes de seguir su relato suspira, no deja a la nostalgia vencer, y dibuja en su rostro una sonrisa. “¿Sabes?, yo hubiera sido el número uno en el atletismo, de no ser por Elmer Cáceres”. Tras decir esto, nuevamente la sonrisa.
“Ahora sí, hablando en serio, con Elmer siempre hemos competido; el primero, yo segundo o tercero, pero él es muy bueno. Por eso decidí jugar básquet”. Vuelve a sonreír.
“Hace 10 años que practico el básquet y la verdad me he superado mucho, gracias a esto soy conciente que puedo hacer todo”. Bernabé vive en la zona de Apurimac (Alto Selva Alegre) y todos los días conduciendo su silla de ruedas se dirige hasta el local de CIRCA ubicado en la avenida Kennedy, en Paucarpata. “Al principio me parecía lejos, pero me fui acostumbrando y ahora me parece cerca; además es como parte del entrenamiento, en todo caso supongo es como ir a pie”
Bernabé en su trabajo desarrolla labores de carpintería, pero también pinta, hace tallados, tapiza. “Cuando llego con mi silla a mi trabajo la verdad me siento normal… como tú, como los demás”.
Él siempre participa en las actividades deportivas organizadas por su club Corazón y Fibra, el IPD o cualquier otra institución. “Es importante hacer deporte, porque te convierte en una persona sana, buena y disciplinada, con ganas de vivir, de hacer muchas cosas, pienso que no puede haber excusas para dejar de hacer deporte”.
Así es Bernabé, no por algo su nombre significa “El esforzado, el que se anima. El entusiasta”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario