lunes, 25 de agosto de 2008

Guerra de titanes


La verdadera competición olímpica es entre Nike y Adidas que se disputan a los héroes chinos.

Por: Tania Branigan



Cuando la mayor estrella china se situaba en los puestos de salida, la nación entera rezaba para que termine la carrera con una Medalla de Oro alrededor del cuello. Pero los ejecutivos estaban más preocupados por el resto del atuendo de Liu Xiang.
Poco importa el deporte. La verdadera batalla en Pekín no se libra por los primeros puestos del medallero, sino que se trata de la lucha multimillonaria entre dos gigantescas marcas por intentar conquistar el mercado de las prendas deportivas a escala mundial, un mercado que crece a toda velocidad. Adidas y Nike han invertido sumas sin precedentes para atraerse a los consumidores chinos durante las Olimpiadas: se estima que la empresa alemana ha gastado 190 millones de dólares en concepto de patrocinio y mercadotecnia, y que su rival estadounidense ha apoquinado en los mismos cerca de 150 millones.
Adidas patrocina los propios juegos y al Comité Olímpico chino. Los portadores de la antorcha, los funcionarios del estado y los voluntarios visten la marca; también lo hacen los campeones chinos. “Cada uno de los atletas chinos que gane una medalla vestirá Adidas en el podio”, dice Paul Pi, Vicepresidente de Marketing para Adidas China.
Pero Nike ha contraatacado patrocinando a 22 de los 28 equipos olímpicos chinos. “El momento álgido para los fans chinos se produce cuando suena la pistola y él cruza la línea de meta. Si Liu termina en primer lugar, la nación se vuelve loca de alegría, y él estará llevando nuestras zapatillas”, dice el portavoz de Nike Charlie Brookes.
La raíz de esta rivalidad es un mercado que de momento es una fracción del existente en los EE.UU., pero que crece a razón de un 30% anual desde los últimos cinco años. Pi remata: “Si quieres liderar el mercado mundial, tienes que liderar el chino”.

PODEROSOS

“Están a la par”, ha dicho Terry Rhoads, especialista deportivo de la empresa Zou Marketing de Shangai. Rhoads estima que China podría superar a los EE.UU. como el mayor mercado nacional del mundo en el 2025.
“Adidas tenía que tener este patrocino”, añade Greg Paull, cofundador de la asesoría de marketing R3, quien cree que la marca se encontraba en una mala posición por los acuerdos individuales de Nike con varios atletas. “No esperábamos que los Juegos Olímpicos fueran una poderosa herramienta de marketing, pero lo que ha ocurrido es exactamente lo contrario. El mercado no ha madurado como el de los EE.UU. o el del Reino Unido en términos de cultura de marca y aquí la cuestión de la celebridad sigue siendo muy fuerte. Si puedes vincular a Liu Xiang o Yao Ming a tu producto eso tiene un enorme impacto.”
Adidas ha explotado la pasión nacional por el deporte con una campaña que da a su eslogan un giro patriótico: “Juntos en el 2008 – Nada es imposible”.
“Otros países están interesados en las Olimpiadas. Pero en China casi el 90% de la población los apoya apasionadamente y quiere involucrarse”, dice Pi.
Mientras tanto, los spots “Valor” (Courage) de Nike enfatizan el logro individual. “Para nosotros, todo se trata de conectar con los atletas: creamos productos para que rindan mejor y se sume a ello el entusiasmo que crea”, dice Brookes, citando la zapatilla ultraligera Hyperdunk para Kobe Bryant o el modelo Zoom Aerofly para Asafa Powell. Señaló que los consumidores comunes se benefician de la misma tecnología que ellos.
La verdadera competición está fuera de la zona olímpica. Adidas, que está abriendo tiendas a razón de dos por día, tendrá 5.000 tiendas en China al terminar el año. Su nueva tienda en Sanlitum, a miles de kilómetros del estadio “El Nido de Pájaro”, fue abierta el mes pasado y es la mayor del mundo, con 3.170 metros cuadrados de espacio dedicados a la venta distribuidos en cuatro plantas. En el tejado hay una pista de baloncesto, y la tienda cuenta con un bar muy chic, terminales informáticas para personalizar zapatillas deportivas y salas de ejercicio. En una galería se exhiben los modelos de calzado deportivo que Adidas ha fabricado para los juegos, desde botas de boxeo hasta bañadores para nadadores, todo presentado en escaparates de cristal e iluminados con reverencia artística.
Nike cuenta con unos cuantos puntos de venta menos que Adidas, y su tienda principal tiene 1.208 metros cuadrados, pero su localización en Wangfujing la convierte en uno de los principales centros de consumo. También posee una galería en el distrito 798 (el distrito artístico de la ciudad), donde actualmente una exposición muestra el desarrollo de la marca, y ni uno solo de los productos está en venta.

ESTILO

A su vez ambas compañías se enfrentan a Li Ning, un ídolo deportivo reconvertido en empresario. Éste, tres veces medallista de oro demostró sus aptitudes gimnásticas mientras “corría” en el estadio “El Nido de Pájaro” antes de encender el pebetero olímpico (aunque vistiera Adidas). Pero para muchos jóvenes chinos también es conocido por su marca deportiva epónima: las ventas alcanzaron los 750 mil millones de dólares el año pasado. Después de su aparición, sus acciones en la bolsa de Hong Kong ascendieron un 35%.
Pero su atractivo puede disminuir para compradores como Yang Yang, que esta semana visitó la tienda de Adidas en Sanlitum calzando unas zapatillas Nike. “Llevo algunas marcas chinas, la mayoría Li Ning”, declaró este profesor de 26 años. “Son mucho más baratas, pero el estilo y la tecnología de Adidas y Nike son mejores. Normalmente compro Nike para correr, pero muchas de las Adidas sport tienen mucho mejor aspecto.”
Rhoads cree que consumidores como Yang harán de Adidas y Nike marcas ganadoras en años venideros. “Este mercado es fenomenal”, dijo. “China tiene 400 millones de adolescentes de menos de 20 años que están viendo las Olimpiadas y enamorándose del deporte. La mayoría de la gente en China aún no practica ningún deporte. Cuando empiecen a hacerlo, ¡imagínate!”.

No hay comentarios:

Soy periodista y me gusta serlo y pienso que: En esta vida hay de todo, periodistas que dicen que no se casan con nadie, pero que se acuestan con cualquiera, lastima que sea impotente.