lunes, 22 de septiembre de 2014

Del catecismo a los Juegos Deportivos Cebal

El nombre de Alberto Chávez Sarayasi está ligado a la actividad deportiva y más específicamente al deporte escolar nocturno por 43 años.
La idea de organizar actividades deportivas para los niños, jóvenes y adultos que de día trabajan y de noche estudian surgió gracias al catecismo.
Alberto Chávez nació y vivió en Miraflores hace 60 años, pero cuando cursaba el tercer año de secundaria en el Colegio San Martín de Porres en Gráficos, Alto Selva Alegre, un amigo se le acercó y le hizo la propuesta si le gustaría enseñar catequesis a los estudiantes nocturnos, la idea le pareció interesante y aceptó.
“En 1971 empezamos esa labor, nos organizamos y pedimos el apoyo del arzobispado del monseñor auxiliar Lorenzo Guibord Levesque, él prácticamente nos financiaba todo nuestro trabajo, no nos faltaba nada, entonces, no solo nos quedamos enseñando catecismo, sino previa preparación comenzábamos a preparar para los bautizos, primera comunión y confirmación. Nosotros en ese año llenábamos las iglesias de San Francisco, Santo Domingo, es más, el mismo arzobispo iba y celebraba la misa”, recuerda Chávez Sarayasi.
Poco a poco y en un corto tiempo la labor evangelizadora comenzó a crecer. A los pocos meses que inició esta labor, Alberto Chávez fue testigo de cómo el profesor Alberto “Ponciano” López, en el Inred (hoy IPD), organizaba las Olimpiadas Deportivas Escolares, pero solo participaban los estudiantes diurnos.
“Como nosotros ya teníamos a los niños y adultos organizados, presentamos un proyecto al arzobispado  y nuevamente nos ayudaron, entonces decidimos organizar los campeonatos de fútbol, vóley y básquet. En un principio fue solo con cinco colegios y de nivel inicial, en muchos casos tuvimos primero que enseñar a los estudiantes a jugar, es que tenían muchas ganas de participar y nos pusimos manos a la obra”, contó. Así nació los juegos Cebal.

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Soy periodista y me gusta serlo y pienso que: En esta vida hay de todo, periodistas que dicen que no se casan con nadie, pero que se acuestan con cualquiera, lastima que sea impotente.