Para nadie que esté inmerso en el mundo del FBC Melgar, el nombre de Giancarlo Vidal Gárate no le debe sonar extraño; para mí es uno de los hinchas "rojinegros" aprueba de bala. Tras finalizar el partido por la Copa Sudamericana, en el que Atlético Junior goleó a FBC Melgar por 5-0, Vidal Gárate en el muro de su Facebook escribió algo como que no es posible botar a Juan Reynoso del club si es parte de todo este negocio, si es socio de Jader Rizqalla.
Quizás razón no le falta. Desde que llegó Jader Rizqalla muchos hechos que no cuadran se han suscitado, desde la creación de Inversiones Deportivas FBC Melgar SAC -que después compraría la deuda a la SUNAT- hasta hechos anecdóticos como cuando el profesor Reynoso (en el primer año que estuvo en Melgar) de su bolsillo tuvo que sacar dinero para comprar fruta y agua cuando estuvieron concentrados en el hotel El Lago.
Particularmente no tengo duda que todos los personajes que están de tras (o a lado) de Jader llegaron para hacer un buen negocio, aprovechando la situación en la que se encontraban los rojinegros como institución. Aquí lo que vale es el negocio, que se inició con la venta de los jóvenes valores como Kevin Ruiz a Universitario, Juan Diego Li al Alianza Lima; y nadie del Melgar salió al frente a comunicar el monto por el cual vendieron a estos dos depostistas, tampoco estaban en la obligación de decirlo. Después de vender a Carlos Ascues al fútbol alemán han dado a conocer un cifra que para muchos no es creíble. Por otro lado, cuánto dinero devolvió Raúl Ruidíaz para regresar la U.
Estamos hablando de plata. Tengo la impresión que el negocio será ese, el de vender jugadores; es por eso la oportunidad acelerada que se les da a los jóvenes de jugar en torneos internacionales como la Copa Sudamericana. Asimismo, los contratos de tres años del colombiano Fernández, año y medio del argentino Cuesta. Siempre se saludará los movimientos financieros cuando sean a favor del FBC Melgar como institución y no a favor de Inversiones Deportivas FBC Melgar SAC. Y aquí una pieza fundamental para poner en vitrina de venta a los jugadores, sin duda, es Juan Reynoso.
Quizás razón no le falta. Desde que llegó Jader Rizqalla muchos hechos que no cuadran se han suscitado, desde la creación de Inversiones Deportivas FBC Melgar SAC -que después compraría la deuda a la SUNAT- hasta hechos anecdóticos como cuando el profesor Reynoso (en el primer año que estuvo en Melgar) de su bolsillo tuvo que sacar dinero para comprar fruta y agua cuando estuvieron concentrados en el hotel El Lago.
Particularmente no tengo duda que todos los personajes que están de tras (o a lado) de Jader llegaron para hacer un buen negocio, aprovechando la situación en la que se encontraban los rojinegros como institución. Aquí lo que vale es el negocio, que se inició con la venta de los jóvenes valores como Kevin Ruiz a Universitario, Juan Diego Li al Alianza Lima; y nadie del Melgar salió al frente a comunicar el monto por el cual vendieron a estos dos depostistas, tampoco estaban en la obligación de decirlo. Después de vender a Carlos Ascues al fútbol alemán han dado a conocer un cifra que para muchos no es creíble. Por otro lado, cuánto dinero devolvió Raúl Ruidíaz para regresar la U.
Estamos hablando de plata. Tengo la impresión que el negocio será ese, el de vender jugadores; es por eso la oportunidad acelerada que se les da a los jóvenes de jugar en torneos internacionales como la Copa Sudamericana. Asimismo, los contratos de tres años del colombiano Fernández, año y medio del argentino Cuesta. Siempre se saludará los movimientos financieros cuando sean a favor del FBC Melgar como institución y no a favor de Inversiones Deportivas FBC Melgar SAC. Y aquí una pieza fundamental para poner en vitrina de venta a los jugadores, sin duda, es Juan Reynoso.
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