En dos años llegaron arqueros de todo lado a Melgar, pero fue Álvarez el que -a punta de grandes actuaciones- se ganó la confianza de su entrenador. Y esta final no fue la excepción, porque a Patricio no le quedó chico el partido. Mostró seguridad en el arco y –luego de 180 minutos- hay poco que reprocharle al guardameta.
El juego que tiene con los pies le da un ‘plus’ que ningún arquero del medio nacional posee. Cuando Cristal presionaba, Álvarez se convertía en un defensa más y tocaba con sus compañeros en lugar de reventarla.
La tristeza por el título perdido no merma la personalidad del ‘Pato’, quien sueña con volver a tocar la gloria con Melgar y, esta vez, brillar en la Copa Libertadores. Sin duda, una de los mejores prospectos del arco peruano y un futbolista que Melgar deberá luchar por retener en su equipo, ya que, con el ‘Pato’, tienen la valla segura por mucho tiempo.
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