Por: Hernán Valencia Bolaños
Jefferson Luigi Enrique Alvarado Pari impresionó con su soberbia actuación ante el Sportivo Huracán en la Liga del Cercado. De no haber sido por su actuación, de seguro el Aurora hubiera perdido. Con una talla de 1.85 centímetros, 80 kilos de peso y 23 años, sueña con llegar a jugar algún día en el fútbol profesional.
¿De dónde eres, Luigi?
Nací en Lima, en el distrito de Villa María del Triunfo, el 28 de julio de 1993. Tengo 23 años. Soy soltero. Tengo un hermano, Jairo (14). Mis padres son Enrique Alvarado y Enma Pari. Tengo un hijo, Stephano Alvarado, que es mi motor para seguir adelante.
¿Cómo nace tu afición por el arco?
Yo jugaba de volante de niño. Un día, mi papá me lleva a la academia del profe Walter Chávez. Él me vio y me dijo: “Lo tuyo es el arco”. Y ahí me quede hasta hoy.
¿Quienes fueron tus entrenadores?
Para llegar a la “U” , primero me vieron jugar en un torneo de San Juan de Lurigancho a los 11 años. Allí trabajé con el maestro Luis Rubiños, Nilton Garcés, Manuel Carrizales, el “Chueco” Honores, que está en le Selección Peruana. Sus entrenadores fueron Samuel Eugenio, Carlos Silvestri, César Adriazola.
¿Quiénes son tus compañeros de promoción?
El “Pato” Patricio Álvarez (de Melgar), Carlos Cáceda y Patrick Zuczuck (que está en la “U”), Giordano Mendoza y Carlos Solís. Todos ellos están en el fútbol profesional y el próximo espero ser yo.
¿Por qué equipos pasaste?
La reserva de la Universitario, Unión Pichanaqui, FBC Aurora el 2015, Alipio Ponce 2016 y regresé este año al Aurora.
¿En este equipo, es tu segunda temporada?
Yo llegué el 2015 con Raúl Ruidíaz y Saldaña a esta bella ciudad. Quise entrenar con FBC Melgar, pero no se dio. Por lo que decido quedarme en el Aurora, y alterné en el arco con Julio Ramos. Estar en Aurora para mí no es nada nuevo; conozco a su presidente, Mauricio Marquina, y a la mayoría de jugadores.
¿Por qué regresas este año?
Mi último equipo fue el Alipio Ponce, de la selva. Un día recibí una llamada de Carlos “Carlín” Zegarra y de “Coco” Chávez; me dijeron del proyecto que tienen para este año, no lo dudé dos veces y aquí me tienen.
¿Tú mejor partido en tu corta carrera?
En Cusco, tapando por la reservas de la “U”, ante el Cienciano. Ese día me salió de todo y ganamos 2 a 0. Claro que el partido ante Huracán fue lindo porque creo que las cosas me salieron muy bien. Pero debo aclarar que la estrella del equipo no soy yo, si no todo el grupo, con quienes quiero campeonar.
¿Qué te dice la gente, los amigos?
Me felicitan por donde voy gente que ni conozco, mis amigos me apoyan mucho. Pero todos los halagos los tomo con mucha humildad, porque sé también que el día que falle seguro me darán duro.
¿Cuál es tu meta en el fútbol?
Trabajo mucho cada día, con el objetivo de llegar a jugar en el fútbol profesional; y creo que lo puedo lograr con mucha entrega y llevando una vida sana, como hasta hoy. Soy hincha de la crema, pero me gustaría jugar por cualquier equipo que me dé una oportunidad.
¿Cuál es tu estilo bajo los tres palos?
Soy un defensa mas de mi equipo, creo que juego muy bien con los pies, soy conchudo, tengo un buen golpe de vista, me gusta analizar los delanteros rivales, voy bien a achicar y atajando penales me va bien. Pero también sé que me faltan muchas cosas por pulir.
¿A qué goleros admiras?
De los nacionales, a Raúl Fernández de la “U”; y el Alemán Manuel Neuer del Bayer Munich.
¿Te ves campeón con Aurora?
Esa mi meta, también la de los dirigentes, el cuerpo técnico y mis compañeros. Y después hacer una buena Copa Perú.
¿Tienes novia?
Sí. Mi enamorada se llama Liz y es arequipeña, y me apoya bastante.
¿Cuál es tu mayor inspiración?
Si duda es mi hijo Stefano, por él me esfuerzo y lucho todos los días para darle un buen futuro, y que lo amo demasiado.
Ese es Luigi Alvarado, un muchacho sencillo, humilde y con los pies bien puestos sobre la tierra, que busca hacerse de un nombre en el fútbol peruano algún día y triunfar. Se lo merece.
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