lunes, 3 de agosto de 2020

EL ÍDOLO NUNCA SE FUE DE SU QUERIDO FBC MELGAR



Eduardo “Patato” Márquez llegó al FBC Melgar en 1962 y se quedó hasta el 5 de junio de 1975. “Yo llegué del Estrella Mistiana y por mi pase pagaron una mesa de sesiones más seis sillas. Para mí el club Melgar era como mi casa, mi tercera casa: primero mi hogar, segundo mi trabajo, porque de eso vive mi familia, y tercero mi querido Melgar”, solía contar Márquez Obando.
El gran “Patato” nunca se fue del cuadro rojinegro pese a las buenas ofertas que le llegaban. “Yo recuerdo que un día, estando en Lima por la Copa Perú, salíamos del estadio de Universitario y en la puerta nos encontramos con el buen Enrique Cassaretto, que estaba llorando de rabia, de cólera, porque su club, la “U”, no le pagaba su sueldo. Me hubiera quedado en Chiclayo, por las puras vine, ahí estaba mejor, decía el colorado. También escuchaba algunos arequipeños que se iban a Lima a jugar y eran maltratados. Por eso no me fui de Melgar, aquí estaba seguro”.
Eduardo Márquez, también tuvo propuesta para irse a jugar a Bolivia. “Los dirigentes nunca quisieron dar mi carta pase. Yo estaba en Melgar no me pagan mucho pero bueno ahí estábamos. En 1966 llegó un brasileño Gilberto Oliveira, que era buena persona, pero yo era mucho más que él en el campo, la diferencia era que el ganaba más que yo por ser brasileño. Él decía: Yo he visto jugar a tres grandes del fútbol, Pelé, Cubillas y Batato aquí en Melgar. Oliveira no podía decirme Patato”.


No hay comentarios:

Soy periodista y me gusta serlo y pienso que: En esta vida hay de todo, periodistas que dicen que no se casan con nadie, pero que se acuestan con cualquiera, lastima que sea impotente.