El pasado mes de junio cumplió 13 años de edad. Sus
amistades saben que es una crack con el balón. Sus entrenadores son conscientes
de que tiene condiciones y talento para jugar el fútbol. Daleska Bianca Cabrera
Tito es una adolescente que tiene una gran pasión por el balompié.
“Yo tenía 6 años cuando veía a mi primo Matías jugar al
fútbol. Me llamaba mucho la atención cómo se pateaba la pelota, entonces también
empecé a patear, y la verdad que me gustó mucho, me sentía bien haciéndolo, es
ahí donde nace mi amor por este deporte”, evoca emocionada la pequeña Daleska.
La estudiante del segundo año se secundaria del colegio
Santa Rosa de Lima de Paucarpata recuerda que iba al estadio a ver a Melgar.
“Lo que pasa es que mi primo Matías jugaba en los menores de Melgar y a veces
tenían actividad con el equipo profesional, entonces mi tía Dayana me llevaba
al estadio, y la verdad todo ese ambiente me gustó y sabía que lo mío era jugar
al fútbol”.
Cuando tenía 10 años edad, en su colegio se implementó la
práctica del fútbol femenino, entonces comenzó a integrar la selección de su
colegio en los torneos interescolar. “Después entré a la academia Estudiantes
de Comunicación, donde ya comencé a entrenar de una manera más seria. Ahí mi
entrenador Jimmy Ticona me ayudó mucho, corregía algunos errores y le agarré el
gusto por entrenar”.
Daleska Cabrera
recuerda que en un inicio tenía temor a jugar, pero de a pocos lo controló. “No
tuve mayor problema en jugar contra niñas, pero cuando ya tenía que enfrentarme
a niños, sí me encontré con algunos que iban al choque, no muchos, la mayoría
tenía cuidado, eso es lo que yo sentía. Claro que también encontré algunos
niños que me trabajaban a la boquilla, me decían cosas, pero yo no les hacía
caso, estaba más concentrada en jugar. Mi papá, Víctor Cabrera, era quien me
llevaba a entrenar y a los juegos, después mi mamá Dany Tito, pero ella en un
inicio se oponía porque pensaba que los chicos me iban a patear, pero después
se dio cuenta de que me protegía y ahora me apoya al cien por ciento”.
Daleska Bianca sostiene que siguen existiendo estereotipos
sobre que una niña jugué fútbol. “Felizmente ya son pocos. No hay nada de malo.
Yo digo que los padres deben apoyar a sus hijas si quieren jugar fútbol y a sus
hijos sí desean jugar vóley, eso no es malo, al contrario, es bueno hacer
deporte. A mí el fútbol me ayudó a ser disciplinada, a tener mucha seguridad, a
levantarme y luchar por mis objetivos”.
Por ahora Daleska sigue su vida en su casa con su familia,
estudiando virtualmente, y en sus momentos libres se pone a entrenar en la
azotea de su vivienda. “Trato de seguir practicando el fútbol. Sé que la
pandemia nos ha tocado a todos de alguna manera, pero no nos va a derrotar, y
una forma de luchar es teniendo una vida sana y haciendo deporte”, finaliza la
deportista.