Cuando era niño mi padre me llevaba al estadio a ver jugar al FBC Melgar. Recuerdo que íbamos a la tribuna oriente, pero, además de ver jugar a los rojinegros, me gustaba ver dirigir a su técnico Máximo Carrasco Meza. Recuerdo que era 1979, año en que se recordaba el centenario de la Guerra del Pacífico. Tiempo después iba solo o con mi primo al estadio, a veces con nuestro amigo Jacinto, pero íbamos a la tribuna norte. Ahí era donde asistía la mayoría de la gente y donde se ubicaba la barra, desde ese lugar se observaba mejor el trabajo de Máximo Carrasco, porque el cuadro “dominó” siempre se ubicaba en el sector norte, era el glorioso año 1981.
Recuerdo que 10 minutos antes que termine el partido salía del estadio y me iba corriendo para volver a entrar, pero ya a la tribuna occidente, en la famosa segundilla, y de cerca observaba cómo dirigía, ordenaba, gritaba, guapeaba y celebraba el gran Máximo Carrasco.
El 5 de noviembre de 1990 para mí es una fecha trascendental, de muchos recuerdos y emociones encontradas, la felicidad de hablar de lo que me apasiona, el deporte, y enterarme de una triste noticia. Ese día falleció Máximo Carrasco. Ese lunes fue mi debut en el periodismo deportivo; por primera vez hablé sobre deporte y lo hice en el programa Deportes en Landa, cuyo director era Abel Aragón Gamero, y se transmitía en la desaparecida Radio Landa.
Hoy, tras 25 años, no recuerdo el material que preparé para ese día, pero está viva en mi mente cuando, pasada la una de la tarde, a poco de empezar el programa, entró a la radio quien después sería uno de mis buenos amigos en esto del periodismo deportivo y compañero de viaje en los Juegos Trasandinos, Roberto Raúl Abarca y Mendoza. En aquel entonces él era directivo de FBC Aurora y nos daba la mala noticia que Máximo Carrasco Meza había fallecido en un accidente en la carretera, el técnico en aquel entonces dirigía al cuadro atigrado.
Han pasado 25 años desde que estoy en el mundo del deporte como periodista. Como todo en la vida, han existido muchas satisfacciones, pero también muchas frustraciones; he conocido a muchas personas, hice muchos amigos, pero también los he perdido. Pero pienso que es parte de la vida, después de todo, cuando uno abraza esta profesión, uno no puede complacer a todo el mundo; a algunos les caerás bien y a otros, mal.
Hoy estoy pintando canas, hoy estoy con kilos de más; pero aún sigo manteniendo esa gran emoción y vigor para apoyar el deporte (ojo, no solo fútbol, siempre fue así, desde hace 25 años), y pienso que hay cuerda para rato.
Después de todo sigo manteniendo lo que hace 15 años escribí: “Soy periodista y me gusta serlo, y pienso lo siguiente: En esta vida hay de todo, periodistas que dicen que no se casan con nadie, pero que se acuestan con cualquiera; lástima que sea impotente”.
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