Crónica del triunfo de Melgar desde la barra rojinegra más antigua
Por: Jorge Malpartida T.
Lloran, solo lloran. Son campeones. Bueno, ellos no, pero este triunfo también es suyo. Su equipo, ese por el que han sufrido durante tantas temporadas, por fin, es campeón del Torneo Descentralizado 2015. Hace 34 años que FBC Melgar no levantaba una copa y, por eso, ahora, ellos, los hinchas, también merecen celebrar.
En la tribuna sur los integrantes de la barra más antigua de Melgar se quiebran luego de escuchar el pitazo final. Unos se tiran al piso, se quitan la camiseta, sudan, prenden bengalas; otros se abrazan con quien tienen al lado, se besan, no importa que no se conozcan. La angustia terminó. Por fin están viendo a su equipo dar la vuelta como ganadores. Al fin tocaron la gloria en el año de su centenario.
Carlos Olivares, “El Cubas”, agarrado de la baranda junto a sus amigos de la barra León del Sur, esa a la que pertenece desde que es un colegial, quiere contener sus sollozos, pero no puede. “Es la alegría más grande que he sentido en mi vida. Toda la emoción que he guardado desde que soy niño, la estoy sacando ahora. Ya me puedo morir tranquilo”, dice este hincha de 30 años antes de limpiarse las lágrimas con su camiseta y seguir llorando.
Gritan, solo gritan. Muchos ya están afónicos pero siguen forzando las cuerdas vocales. Erick Portugal ya está ronco, aunque se quedó sin voz un par de horas antes de que viera por primera vez a su equipo salir campeón. Erick es uno de los fundadores de León del Sur, tiene 38 años pero sigue a Melgar desde los 6 años. Su papá fue melgariano y su abuelo materno también. “Es una herencia de la que no podía escapar”, cuenta con esa voz rasposa luego de tantas jornadas gritando ‘Sale león, saleee león’. Siguió a los rojinegros, por el norte, centro y sur de Perú. Siempre gritando.
“Mi voz era diferente antes de entrar a la barra. Ahora tengo esta voz de pirañita porque no conozco ninguna técnica para cantar. Pero no importa, mis gritos son la mejor forma de expresar mi amor rojinegro”, confiesa Erick Portugal.
Saltan, solo saltan. Ahora que saben que son campeones, los hinchas de la tribuna sur saltan el pozo de agua que los separa de la cancha y se meten a celebrar junto a sus ídolos de Melgar. Ellos también quieren tocar la copa y burlan el resguardo policial. “El Macha” (33), quien luego de casarse y tener a su primera hija tuvo que alejarse del León del Sur, esta tarde ha vuelto a vestirse de barrista. “Cuando ganemos voy a meterme a la cancha como sea”, dijo. Cuando el partido acaba y el estadio se convierte en un loquerío, “El Macha” cumple su promesa pero un agente de la PNP le cierra el paso y no le deja entrar al césped. Lo detienen, pero no importa, él, como los otros miles de hinchas de Arequipa, ya se siente campeón.
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