jueves, 17 de diciembre de 2015

Día de gloria

Por. Hernán Valencia B.
La noche del 31 de enero de 1982, Melgar consiguió por primera vez ser campeón del fútbol peruano, un hecho que marcó la vida de los protagonistas de esa hazaña. 33 años después, Pedro Raúl Obando Begazo, capitán del equipo en aquel entonces, y Genaro Manuel Neyra Llamosas, autor del gol del título, evocan al detalle cómo fue ese domingo 31 de enero, el día de gloria.

RAÚL OBANDO
“Desde muy temprano vi la calma que había en el grupo. Todos estaban muy serenos y tranquilos, no noté nerviosismo en ninguno de ellos. El desayuno era opcional y no bajé a desayunar; esa mañana me dediqué a leer libros de esoterismo que me gustaban y me daban calma. Luego del almuerzo, todos fuimos a descansar para luego, a las 4 de la tarde, tomar el lonche y recibir la charla del profesor  (Máximo)  Carrasco. Después fuimos al estadio”.
Los ojos del capitán Raúl Obando comienzan a brillar; la nostalgia llega a lo más profundo de su ser al recordar aquel día. “El profe  Carrasco, en su charla, nos hizo saber la responsabilidad que teníamos con la institución, con nosotros mismos y, sobre todo, con Arequipa. Nos dijo qué es lo que quería de cada uno de nosotros dentro de la cancha, nos hizo saber del momento histórico que íbamos a vivir. La verdad que nosotros en ese momento llevábamos una mochila mucho más pesada que la que llevan los jugadores en estos tiempos, porque tras nosotros dejamos una ciudad que esperaba mucho de sus hijos y éramos conscientes de que estábamos  representando a nuestra  Arequipa”.
A Obando Begazo se le nota emocionado, toma aire y sigue contando. “En el camerino, cuando todos nos cambiamos, hacíamos bromas, metíamos un poco de chacota, pero guardando siempre la compostura. Como capitán me tocó hablar con ellos antes de salir al campo. Recuerdo que les dije que este era un momento especial para cada uno de nosotros y les pedí que al término del partido tengamos la valentía de regresar al hotel para mirarnos al espejo y decirnos que lo habíamos dado todo y que estábamos tranquilos". Al salir a la cancha, cuando escuchó que casi todos en el estadio gritaban Perú, Perú, Perú, nuevamente los reunió en el centro del campo y les dijo: "Los arequipeños somos envidiados por nuestra manera de ser, escuchen lo que gritan, pero no se olviden, cada uno de ustedes, huevones, que nosotros somos arequipeños". "Eso los llenó de coraje y demostramos que ese partido lo pudimos ganar por goleada. Tal es así que cuando Cristal nos empata le dije a Freddy Bustamante: 'Estoy seguro que jugamos tres horas más y estos huevones no nos van a poder ganar'. Cuando terminó el partido, mi reacción fue solo llorar de emoción de saber que éramos campeones”. 

GENARO NEYRA
“Estábamos  alojados en el Hotel Continental. Yo compartía habitación con mi compadre y hermano Ernesto; nos levantamos como si fuera un día cualquiera;  pero presentía que algo importante iba a pasar en mi vida. Me levanté y me fui a tomar  desayuno, luego comenzaron a llegar al hotel los familiares de mis compañeros, algunos amigos y periodistas para entrevistarnos. A mí me visitó mi hermano Jorge. Luego salí un rato a caminar por la  Plaza San Martín, en donde un periodista de un diario me hizo varias fotos. Llegó la hora del almuerzo y luego pasamos a nuestras habitaciones a descansar; otros se dedicaron a jugar a las cartas”.
Genaro Neyra, quien ya pinta canas, hace una pausa, ordena sus ideas, sonríe y prosigue con su relato. 
“Salimos temprano del hotel rumbo al estadio Nacional para ver algo del partido que jugaba Universitario con Huaral, que nos interesaba a nosotros, luego nos fuimos  a nuestro camerino para cambiarnos y todos estábamos muy serenos y tranquilos, porque Huaral ganaba 1 a 0 a la “U”. En el pasadizo me encontré con Pedrito Ruiz, que es mi amigo, y le pedí que mantengan el resultado hasta el final del partido, pero Pedro me respondió: 'Vamos a tratar de hacerlo, pero nos tienen que dar un premio en efectivo, y por si acaso yo cobro doble'. Le contesté que no había problema, y nos sonreímos;  pero ellos perdieron y al final eso nos obligaba a ganar o por lo menos a empatar”.
Genero toma aire y sigue su relato. “Cuando salimos a la cancha del Nacional, que estaba lleno, solo escuchaba una multitud de gente que gritaba Perú, Perú, Perú. Pero lo que a mí y mis compañeros nos llenó de coraje para enfrentar ese partido ante Cristal, fue un puñado de nuestra gente, hinchas de Melgar que gritaban en la tribuna: Arequipa, Arequipa, Arequipa. 
Claro que recuerdo el gol que anoté. Jorge Ramírez cobró un tiro libre, la pelota llegó al segundo palo y yo cabeceo, el balón  es  tocado por los dedos  del “Loco” Quiroga y choca en el travesaño; me queda picando, entonces aproveché para mandarla hasta el fondo y marcar el gol del título. Salí corriendo para festejar, pero a mitad del festejo pensé,  para qué festejo mucho, tal vez ellos nos voltean el partido y esto no servirá de mucho. Pero la verdad que esa noche jugamos un gran partido y  pudimos haber ganado por goleada”. 
Al final, tanto el gran capitán Raúl Obando como el “Chivo” Genaro Neyra dijeron algo que es importante. “Es bueno que Melgar haya logrado el título ayer, porque de esa manera los jóvenes que no nos vieron jugar ni habían nacido hace 34 años, tienen la alegría de haber gozado y visto en nuestra casa, Arequipa, a un Melgar campeón. ¡Felicitaciones a Juan Reynoso y a todos los muchachos por este título!".

No hay comentarios:

Soy periodista y me gusta serlo y pienso que: En esta vida hay de todo, periodistas que dicen que no se casan con nadie, pero que se acuestan con cualquiera, lastima que sea impotente.