lunes, 5 de diciembre de 2016

Descendió a los infiernos, pero...


El mundo del fútbol está lleno de anécdotas. Algunas buenas y otras no tanto. Sin embargo, cuando alrededor de un balón se crean historias de superación, es imposible no reconocer lo hermoso que puede llegar a ser este deporte. 
Tal es el caso de Alexis Arias, quien pasó de estar cuatro meses sin jugar, a convertirse en ese orgasmo de gol que ayer inundó al estadio de la Unsa y guiar a Melgar a la final del fútbol nacional.
Y es que lo que le viene acaeciendo al joven Alexis, en este 2016, es de no creer. De arranque, tuvo que superar una terrible fractura al quinto metatarsiano, sufrida en la fecha 12 del Torneo Apertura. Una jornada antes había marcado su primer gol del año y la felicidad se le cortaba abruptamente.
"Fue una lesión muy dura la que tuve, gracias a Dios pude sobreponerme y estar presente para disputar otra final", comentó al finalizar el partido ante la 'U'.
Lo cierto es que el jugador fue disciplinado, esperó paciente su recuperación -mientras se le veía andar en muletas durante gran parte del año- y regresó con todo. Arias se ganó su lugar en el once titular a punta de esfuerzo y dedicación. El premio a esa persistencia se dio ayer, al ponerse el traje de salvador y definir el pase de su equipo a la final, cuando la situación era adversa. "Yo trabajo para ser tomado en cuenta. Felizmente pude marcar un gol que seguro me marcará toda la vida", finalizó.

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Soy periodista y me gusta serlo y pienso que: En esta vida hay de todo, periodistas que dicen que no se casan con nadie, pero que se acuestan con cualquiera, lastima que sea impotente.