lunes, 9 de octubre de 2017

Ni dios ni villano, solo Humano



Alguna vez Juan Máximo Reynoso Guzmán había declarado: “La gente no me conoce, tampoco soy muy abierto. En el fútbol de hoy todos tratan de ser simpáticos y en ese sentido yo soy la oveja negra. No me gusta hablar porque luego interpretan mal las cosas”.
Sin duda, para la mayoría de periodistas que habitualmente cubren las prácticas y partidos del FBC Melgar desde el 2014, Reynoso es antipático y en algunas oportunidades esa actitud lindó hasta con la malcriadez o falta de respeto.
Para muchos hinchas del fútbol  “El fin justifica los medios”, frase que en  si perteneció a  Napoleón Bonaparte y no a Nicolás Maquiavelo. Cuando Reynoso llegó a Melgar en 2014  prometió que el equipo iba ser protagonista y clasificar a un torneo internacional, y lo hizo. 
Para el centenario, sostuvo que iban a luchar para ser campeones y lo cumplió. También sostenía que el club debería manejarse con mayor responsabilidad y mejorar el trabajo con menores y están en ese proceso.
Pero Reynoso es antipático. Pero Reynoso no hizo buena campaña en las dos  Libertadores a la que clasificó. Pero Reynoso no se llevó bien con algunos jugadores. Pero Reynoso no supo contratar a buenos elementos. Pero Reynoso cansó con su rotación.
Para algunos, Reynoso no tuvo un buen paso por FBC Melgar pese a los resultados que mostró,  para otros Reynoso es un dios.
Yo pienso que Juan Reynoso es un técnico que tiene aciertos y falencias. No conocí al extécnico de Melgar más allá de las prácticas o los partidos. Entonces me llevo una percepción, que es antipático, pero que es un profesional en todo el sentido de la palabra. Él llegó a Melgar con unos objetivos y en gran parte los ha cumplido, él no llegó para ser simpático o el “patita” buena onda. Sus allegados sostienen que es una buena persona, un tipazo, un hombre que le gusta cumplir con la  palabra empeñada. Pero hay hechos que ante nosotros, los periodistas (no a todos), no lo demostró.
Quizás aceptó ser asistente técnico para emular a un tigre que da un paso atrás antes de dar el gran zarpaso en su carrera deportiva. Quizás está mostrando su lado más humano: sacrificar su sueños de realización como profesional para estár más cerca de las personas que más ama, su familia. 
Pero en fin, se fue un hombre que ha hecho historia en FBC Melgar. Se fue un hombre que ha tallado en la memoria y en el corazón, no del hincha, sino del arequipeño que nació o se hizo mistiano aquí, se fue quien en el Centenario de Melgar fue campeón, entrando en ese selecto grupo que se pueden jactar que en una conmemoración tan especial fueron los mejores. En América son pocos: Boca Juniors, Deportivo Guadalajara (Las Chivas), Alianza Lima, Cerro Porteño y FBC Melgar.
Hasta siempre señor Reynoso y gracias por todo y por nada. Usted sabe, esto es cosa del fútbol.

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Soy periodista y me gusta serlo y pienso que: En esta vida hay de todo, periodistas que dicen que no se casan con nadie, pero que se acuestan con cualquiera, lastima que sea impotente.