Omar Fernández jugará en Melgar por tres años más
Cuando tenía 16 años de edad, Omar Andrés Fernández Frasica, todo un adolescente, pasaba por un buen momento deportivo; la opinión de los especialistas era que ese muchacho de Zipaquirá, Cundinamarca, en Colombia, nacido el 11 de febrero de 1993, tenía un gran futuro en el fútbol.
De pronto le llegó una noticia que lo llenó de sentimientos encontrados. Iba a ser papá. Tuvo algo de temor, incluso pensó en dejar el fútbol para responder con su nueva responsabilidad, el nuevo reto de criar a un hijo. Pero fueron sus padres quienes lo apoyaron, lo alentaron a seguir jugando, a hacer realidad su sueño.
Al poco tiempo llegó su primogénito. "El nacimiento de Dylan Andrés fue algo maravilloso. Al comienzo fue duro. La situación económica, que es lo que más duele, fue complicada, pero Dios le manda a uno esos problemas para sobresalir, para seguir mejorando en la vida", declaró por entonces Omar Fernández.
Pero la vida le siguió premiando. Comenzó a destacar en su carrera deportiva, llegó Arequipa, se ganó el cariño de la hinchada "rojinegra" y nació su segundo hijo, Thiago, que aún es un bebé.
Son sus dos hijos el motor que impulsa al delantero a trabajar duro para que nada les falte y para hacer realidad su sueño de jugar en Europa, y ayudar a los niños vulnerables. "Ojalá se me dé ir a Europa. Y cuando tenga dinero, que es lo que mueve todo, ayudar a mucha gente necesitada", alguna vez comentó el buen Omar Fernández Frasica, quien renovó con Melgar por tres años más.
De pronto le llegó una noticia que lo llenó de sentimientos encontrados. Iba a ser papá. Tuvo algo de temor, incluso pensó en dejar el fútbol para responder con su nueva responsabilidad, el nuevo reto de criar a un hijo. Pero fueron sus padres quienes lo apoyaron, lo alentaron a seguir jugando, a hacer realidad su sueño.
Al poco tiempo llegó su primogénito. "El nacimiento de Dylan Andrés fue algo maravilloso. Al comienzo fue duro. La situación económica, que es lo que más duele, fue complicada, pero Dios le manda a uno esos problemas para sobresalir, para seguir mejorando en la vida", declaró por entonces Omar Fernández.
Pero la vida le siguió premiando. Comenzó a destacar en su carrera deportiva, llegó Arequipa, se ganó el cariño de la hinchada "rojinegra" y nació su segundo hijo, Thiago, que aún es un bebé.
Son sus dos hijos el motor que impulsa al delantero a trabajar duro para que nada les falte y para hacer realidad su sueño de jugar en Europa, y ayudar a los niños vulnerables. "Ojalá se me dé ir a Europa. Y cuando tenga dinero, que es lo que mueve todo, ayudar a mucha gente necesitada", alguna vez comentó el buen Omar Fernández Frasica, quien renovó con Melgar por tres años más.
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