Para Mario Alfonso Bazán Argandoña, el 2016 será un año clave. Por lo pronto, ha intensificado sus entrenamientos con el objetivo de clasificar a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Sería su segunda olimpiada, anteriormente lo hizo en Londres 2012.
"Tengo confianza en clasificar, bien a través del ranking o haciendo la marca mínima. Sé que en estos momentos tengo una marca que no es buena, pero trabajamos para mejorarla. Espero que en mayo ya pueda decir que clasifiqué".
Bazán competirá en marzo en tres Grand Prix en Argentina y posteriormente irá a competir en Estados Unidos.
Por ahora, Bazán entrena en el estadio Melgar y en el CAR de Cerro Juli, y lo hace junto a su esposa, la panameña André Ferris. Ellos, en cada práctica, tienen a alguien quien les inspira a seguir adelante, a dejarlo todo en los entrenamientos: su hija Valentina, de un año y un mes.
"Sin duda, todo lo que hacemos es pensando en ella, en su bienestar", cuenta Bazán.
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