jueves, 12 de mayo de 2016

Atleta del CEAR de Cerro Juli clasificó a las Olimpiadas de Río





Levantó la cabeza. Fijó su mirada en el cronómetro gigante que se encontraba a un costado de la meta, faltaba 40 segundos para que se cumpla la marca mínima. Luis cerró los ojos,  aceleró los pasos y comenzó a marchar como de esto dependiera su vida. Él pensó en su mamá, más aún porque en ese momento se celebraba el Día de la Madre. Cruzó la meta, miró el gran cronómetro y también  el reloj que tenía en su muñeca izquierda. Y el tiempo que registraba era de 4 horas, 5 minutos, 47 segundos. Lo había logrado. Consiguió su objetivo de clasificar a los Juegos Olímpicos de Río 2016, en la prueba de 50 km en marcha atlética.
Luis Henry Campos Cruz pasó la meta y se puso a llorar. Se había convertido en un atleta olímpico. De pronto, sintió el abrazo de la señora Marita Letts Colmenares, dirigenta de la Federación Peruana de Atletismo. “Lo has logrado. Estás en las Olimpiadas”, le decía. Después se acercó su  entrenador Alfredo Quispe y sus compañeros Pavel Chihuán y Jessica Hanco. Luis pensó su en su mamá Magda Cruz -quien se encuentra en su tierra natal, Espinar (Cusco)-, en  la gente que lo apoyó, en sus amigos del Centro de Alto Rendimiento de Arequipa (CEAR). Además, evocó sus inicios en el atletismo.
“Siempre me gustó hacer deporte. Jugaba vóley, básquet y fútbol. Pero cuando ingresé a la secundaria, me incliné por el atletismo. En 2do de secundaria, entré al club de atletismo de mi colegio Pedro Ruiz Gallo, en mi tierra, Espinar. Intenté hacer todo: correr, saltar, lanzar; y en todo no era bueno. Cuando miraba a mis amigos marchar, me burlaba de ellos; me parecía muy gracioso cómo se movían. Un día intenté hacerlo, justo me vio mi entrenador Abelardo Cahuanta, y me dijo que tenía condiciones para la marcha. Y entonces comencé a entrenar. Luego  llegó la oportunidad de competir en los Juegos Escolares en el Cusco. Mis profesores no querían llevarme porque me decían que no tenia experiencia. Les rogué mucho. Les dije que iba a ganar. Y  así fui. Me convertí en campeón escolar en la marcha”, recuerda Luis, quien este 21 de octubre cumplirá 22 años de edad.
El atleta espinarence, la noche del martes, llegó a Arequipa, proveniente de Roma, Italia, donde se desarrolló la XXVII Copa Mundial de Marcha. Él compitió en la categoría mayores, en  50 kilómetros. Y logró clasificar a las Olimpiadas de Río, con la marca de 4h 5m 47s.  El mínimo tiempo que se exigía era de 4h 6m.
Cuando Luis terminó el 4to de secundaria, durante las vacaciones de verano, vino a Arequipa. “Les dije a mis padres que me iba a estudiar en una academia en enero y febrero, pero les mentí. Mi idea era ingresar al CEAR de Cerro Juli. Unos meses antes había ido hasta Espinar el profesor Alfredo Quispe, a captar talentos. Él me dijo que me faltaba un poco más. Con esa idea, me fui a buscarlo. Les rogué que me permitieran ingresar al CEAR. Y como vieron mi talento, ingresé. Pero no me fue bien, ni el 2012 y 2013”.
Más adelante recuerda: “En 2014 dejé la marcha porque no tenía apoyo. No tenía para comprarme zapatillas, para mis pasajes. Además  ingresé a la Unsa, a Ingeniería Ambiental. Me puse a estudiar. Pero lo mío era el atletismo. Me sentía triste, desmoralizado. Quería volver a competir. En el 2015, nuevamente el profesor Alfredo Quispe me invitó a entrenar. Y tomé la decisión más difícil de mi vida: dejar los estudios. Mis padres se molestaron. Pero les dije que no iba ser uno más, que se iban a sentir orgullosos de mí”.
Luis Henry Campos Cruz tiene mucho futuro. Hoy a cumplido un reto que se puso: clasificar a las Olimpiadas. Tiene uno más grande: ser medallista olímpico. No será ahora, pero sí en el futuro. Aunque para eso, además de  del esfuerzo de él, su técnico y compañeros, también necesitará del Estado y las empresas privadas.

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Soy periodista y me gusta serlo y pienso que: En esta vida hay de todo, periodistas que dicen que no se casan con nadie, pero que se acuestan con cualquiera, lastima que sea impotente.