“Estaban Jesús y Pedro caminando y paseando por el cielo. De pronto Jesús mira abajo y ve al Papa, en su papamóvil, por las calles de Roma siendo ovacionado. -Mira, Pedro, -Dice Jesús- , y pensar que iniciamos este negocio montados en un burrito”.
Hasta la gestión de Stanley Rous (1961 -1974) como presidente de la FIFA, los mundiales de fútbol básicamente tenían el concepto de la competencia deportiva, en un bajo nivel estaba lo relacionado a lo comercial.
Cuando el 8 de mayo de 1974 es elegido el sétimo presidente de la FIFA, Jean-Marie Faustin Goedefroid de Havelange, mejor conocido como João Havelange, el fútbol revolucionó, tanto así que una de las primeras cosas que dijo el brasileño fue: “El fútbol es un producto comercial que debe venderse lo más sabiamente posible. Yo he venido a vender, a gerenciar”
La llegada a FIFA de Havelange fue todo un trabajo de sobornos, de promesas, que dicho sea de paso él cumplió cuando llegó al máximo organismo del balompié mundial.
Hasta el Mundial de Argentina 1978 se jugaba con 16 equipos, desde España 89 hasta Estados Unidos 1994 se desarrollaron 24 seleccionados, y desde Francia 1998 hasta el pasado mundial de Brasil 2014 compitieron 32.
El negocio sin duda fue creciendo. Se calcula que 3.600 millones de personas siguieron los encuentros de las selecciones del pasado mundial, y que la FIFA obtuvo un lucro récord de 5.000 millones de dólares con la organización del Mundial de Brasil 2014, y antes, en el Mundial de Sudáfrica 2010, la renta de la FIFA fue de 4.100 millones de dólares.
Hoy lo que importa a este “monstruo” que regenta el fútbol es ganar dinero. El abogado suizo y actual presidente de FIFA, Giovanni Vincenzo Infantino, lo sabe, por eso su propuesta para el Mundial del 2026, la máxima fiesta del fútbol, es que se juegue con 48 equipos, porque para Infantino el Mundial de Fútbol es un gran acontecimiento, es más que una competición deportiva, es un evento social donde se gana buena cantidad de dinero.
Sin duda que el fútbol de alto nivel comercial está bien arraigado en Europa y América del Sur, el objetivo de FIFA es que ese mismo concepto se produzca tanto en Asia y África, y no solo en algunos países de esos continentes, sino en todo el continente, que esta fiebre de luchar un cupo a un Mundial llegue a su máximo clímax, sin importar nada más que llegar a un Mundial. Después de todo, como escribiera en su Sátira X el poeta romano Juvenal: “pan y juegos del circo para el pueblo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario