Ayer, tras oficializarse que se consagraba campeón del mundo en la categoría sénior del ajedrez, Julio Ernesto Granda Zúñiga dedicó este su segundo campeonato mundial a su padre Daniel Granda Quintanilla.
"¡Papá, mis dos títulos mundiales son tuyos!
Tu pasión por el ajedrez yacía dormida y súbitamente fue despertada aquel ya lejano año 72, cuando dos colosos de las superpotencias mundiales en plena guerra fría, dirimieron asperezas frente a un tablero de 64 escaques. Me enseñaste junto a mis hermanos mayores, los movimientos y leyes elementales, y a medida que avanzaba y con un entusiasmo infinito, digerías todo libro o artículo para que mi progresión ajedrecística siguiera creciendo. Ocho años después en 1980 conseguí en Mazatlán, México, el título de campeón mundial infantil; y ahora en Acqui Terme, Italia, el campeonato mundial sénior", escribió en su cuenta de facebok.
Ayer Julio Granda hizo tablas con el gran maestro georgiano Giorgi Bagaturov. En sí, no jugaron; Bagaturov propuso a Granda no jugar por encontrarse agotado y el camanejo aceptó. Es que una fecha antes, Granda Zúñiga, de 50 años de edad, ya se había convertido en campeón del mundo en sénior en su debut en esta categoría. Granda totalizó 9.5 puntos de 11 posibles, segundo el filipino Rogelio Antonio con 8.5 y tercero se ubicó el francés Eric Prie con 8.5. Participaron 90 ajedrecistas de todo el mundo.
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