miércoles, 23 de diciembre de 2015

“Es un regalo de Dios”





Por. Hernán Valencia B.
Llegó al FBC  Melgar porque sabía que con su juventud no tendría muchas oportunidades de jugar con la camiseta de la cual es hincha: el  Universitario de Deportes. Pero un buen día, a comienzos del 2015, Patricio Álvarez llamó a Gustavo Vivanco y le dijo si le  podía hablar a Juan Reynoso para que le haga una prueba.  Vivanco, que lo conocía  en la “U”, se la consiguió. Sin pensarlo, pagó su pasaje,  se vino a Arequipa y se quedó. Pero lo que nunca pensó es que a sus  escasos 21 años llegaría a tapar la  final del torneo profesional ante el Sporting Cristal y lograr el título de campeón.

¿Patricio, sigues viviendo un sueño?
Este 2015 lo voy a recordar toda mi vida, porque ni en sueños pensé jugar una final y ser campeón con la casaquilla de Melgar. La verdad, estoy muy feliz.
¿Para quién es este título?
Este campeonato, que para mí es un regalo de Dios, es para mi familia, que es la que más de apoya, la que más cree en ti en lo que puedes hacer. Para mis compañeros y el “profe” Juan, que me dio confianza. Para los sufridos hinchas de Melgar, quienes algunas veces parecía que no estaban contentos con mis actuaciones, pero que terminaron aplaudiéndome. Y para algunos colegas tuyos que decían que era muy chato para tapar.
¿Pensabas jugar al lado de Zúñiga y Montaño?
A Ysrael lo admiro desde que llegó  a Universitario, yo casi era un niño. Y  a Montaño  solo lo veía por televisión. Pero los dos son grandes compañeros que siempre están para aconsejar a los jóvenes.
¿Qué clase de arquero te consideras?
Los arqueros ahora tienen que ser líberos. Al profe le gusta que estemos atentos a todas las jugadas para anticipar a los delanteros en  los contragolpes que hacen los equipos rivales. Soy un golero que no me gusta estar metido bajo los tres palos, pero sé que me falta mucho por aprender.
¿Qué piensas de los otros arqueros?
-Jonatan  Medina y yo  tenemos mucho que aprender de Daniel Ferreyra, con quien hay una lucha franca por el puesto y yo sé que ellos son dos grades arqueros. Los tres sabemos que cualquier momento nos va  a tocar jugar. Somos muy unidos y no hay celos profesionales entre nosotros. Somos una familia.
¿Volverás a Universitario?
A mí nadie me dijo nada. Además, estoy contento en Melgar. Quiero jugar la Copa Libertadores y tengo contrato con el equipo hasta diciembre del 2016.
¿Melgar tuvo momentos críticos?
Sí,  en determinado momento del torneo pasamos momentos muy difíciles y muy malos, pero tuvimos la fortaleza mental  necesaria y allí salió a relucir la experiencia de Villamarín, Galliquio, Quina, Zúñiga, Montaño, Rainer Torres, y supimos equilibrar las cosas.
Cómo no vivir ese sueño de campeón si Patricio Álvarez solo hace un año era arquero suplente  en las reservas de Universitario de Deportes. Como dicen, la vida da vueltas. Ahora es campeón del  fútbol profesional  peruano con tan solo 20 años.
¿En algún momento pensaste en llegar a los penales en el partido final ante Cristal?
El partido hasta el último momento estaba para cualquiera de los dos. Cuando el reloj marcaba el minuto 90 y empatábamos 2 a 2,  ya me puse a pensar en los penales.
¿Y  estabas preparado para afrontarlos?
Bueno, eso se trabajó en la semana, pero ya sabes que penales es una ruleta rusa, nadie sebe qué va a pasar.
¿Tú te las juegas en los penales?
Yo miro cómo se para el que va a disparar, lo espero hasta el último y después vas a donde va el balón. Bueno, no siempre se acierta, te mandan a comprar pan (risas).
Muchos se marean con el éxito. ¿Cómo asumes tú el éxito?
Ahora que soy campeón, yo diría que tengo más que nunca los pies sobre la tierra, no hay que hacer mucho aspaviento. En este deporte y menos en el arco, se sabe qué pasa más adelante. Solo sé que tengo que seguir siendo humilde como hasta hoy y trabajar mucho más, porque esto para mi recién comienza.
¿Qué se te vino a la cabeza cuando Reynoso te dijo que taparías la final?
No te niego que me vino algo de nervios. Hace mucho que no jugaba y no es sencillo estar de suplente. Uno nunca debe dejar de  entrenar ni bajar los brazos. Así que yo siempre me sentí preparado para esto; y sabía que cuando me tocase jugar, lo haría bien.
¿Cuál fue tu mejor partido?
De los 14  partidos que jugué este año,  creo que fue  ante Alianza Lima, en Arequipa. Ellos nos quisieron madrugar, pero me tocó jugar un buen partido y evitar dos goles cantados de ellos. Uno le saqué a  Paulo Albarracín,  que tiró fuerte del área; y la otra a  Gabriel Costa, quien, a quemarropa, conectó un centro de cabeza y estuve atento.

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Soy periodista y me gusta serlo y pienso que: En esta vida hay de todo, periodistas que dicen que no se casan con nadie, pero que se acuestan con cualquiera, lastima que sea impotente.