Hace 7 años, Víctor Atajo Huarca, junto a otros vecinos, formaban equipos de fútbol de niños en Peruarbo para que participen en los diferentes torneos que existían. Generalmente los pequeños eran los hijos de los residentes de Espinar en Arequipa. Los niños iban en desventaja en comparación de los otros equipos que tenían preparación. Tras estas experiencias no gratas, Víctor decide crear una escuela de fútbol.
“Fueron los padres de familia que me incentivaron a crear la escuela de fútbol, de contratar a un entrenador para que prepare a los niños, y así lo hicimos. Decidimos ponerle el nombre de Alfredo Salinas en honor de ese señor, que en vida fue alcalde de Espinar y que mucho hizo por los jóvenes de Pallpata y Espinar. Mi generación se vio favorecida por su gestión”, recuerda Víctor Atajo.
Hoy la escuelita, como la llama su fundador, está rumbo a los dos años. “Nos fue bien en el 2017. Y en este 2018 hemos iniciado el trabajo aquí en Buenos Aires de Cayma, porque aquí también hay bastantes residentes de Espinar. Pero, ojo, la escuela es abierta para todos los niños”.
Atajo Huarca informó que en Peruarbo entrenan 60 niños y en Cayma 30. “Un buen número de los chicos de la escuelita son becados, porque son niños con talento que lamentablemente no tiene recursos para pagar. La idea que tenemos es que los pequeños hagan deporte. Trabajamos con el lema: ‘En primera fila el estudio y luego el fútbol’, y ellos lo saben bien”.
Ayer tuvieron su segundo festival entre la sede de Peruarbo y Buenos Aires de Cayma. La misma que se desarrolló en el campo Las Malvinas, donde los padres de familia apreciaron el avance de sus menores hijos.
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