Franz Rivera Mansilla, psicólogo de profesión, con varios años inmerso en el trabajo sobre psicología deportiva, autor del libro“El poder del deporte”, estuvo directamente inmerso en el fútbol por 10 años, como deportista, aficionado, psicólogo y directivo. Conoce desde adentro cómo es el mundo de sus protagonistas, es decir de los fútbolistas y sus técnicos.
¿Qué es lo que pasa desde el punto de vista de la psicología y por llamarlo de alguna manera por la cabeza de un entrenador a la hora de dirigir a sus pupilos durante un partido?
Entiendo. Una persona que sabe que su existencia de él y de su familia depende de lo que hace. Que tiene que ver mucho con su bolsillo, es decir su trabajo, siempre estará sometido a una presión, siempre habrá una carga de responsabilidad y en este caso en el fútbol es mayor la presión al técnico, porque él es responsable del resultado, porque si las cosas no se dan, será a él a quien le corten la cabeza, por decirlo de alguna manera.
Pero vemos diferentes formas de dirigir...
Tienes razón, eso lo denominamos 'estilo de dirección', y va de acuerdo a la personalidad de cada entrenador, que es una suma de experiencia y resultados, ademas de formación.
Es verdad, hay formas de expresar esos momentos. Gustavo Bobadilla en el Melgar tenía que tener una pelotita especial para calmarse...
Claro, recuerda Markarián con su chupetín; no recuerdo qué técnico daba sorbos de agua cada dos minutos. Es que de una u otra manera tratan de calmar esa ansiedad
¿Qué es la ansiedad desde el punto de vista del aspecto deportivo? Siempre lo escucho.
(Sonríe). Bueno, como para que la gente nos entienda, es cuando una persona está con un estado de ánimo a la espera de algo bueno que no tiene, pero esa espera es ya por las frustraciones que tuvo anteriormente.
¿Un partido de fútbol es propenso para la ansiedad?
Yo siempre he sostenido que un partido de fútbol es un laboratorio de emociones, porque es tan intenso que en poco tiempo, en minutos, suceden muchas cosas que te cambian el estado de ánimo.
Es decir que un jugador se lleva a uno, dos, tres rivales, se la pasa al compañero y este solo sin arquero pierde un gol cantado. ¿De eso hablamos?
(Risas) Sin duda. Puedes imaginar cómo debe estar el técnico, y más si está empatando el partido y cuando pasa lo que narraste es el último minuto del juego. Por eso un técnico tiene que tener una educación emocional.
¿Son nuestros entrenadores de hoy autosuficientes?
Sin duda. La mayorías de los técnicos son de los 80' y 90', son aquellos que han tenido un éxito individual en mayor o menor grado, son aquellos que siendo jugadores nunca trabajaron con un psicólogo. Hoy como técnicos pueden recomendar que se trabaje con un psicólogo, pero jamás aceptarán que necesitan una ayuda, recomendación de un psicólogo.
¿Es el caso del técnico de Melgar, Juan Reynoso?
(Se sorprende). No conozco personalmente al profesor Reynoso, lo que sé es lo que se publica a través de los medios de comunicación, entonces solo podría dar hipótesis, algunas ideas, más no un diagnóstico de su personalidad.
¿Y cuáles son esas hipótesis?
En el actuar del hombre siempre hay un por qué. En el caso del profesor Juan Reynoso tenemos que ver esos momentos. Uno puede ser cuando el tenía, creo, 17 años, y sucede la tragedia del Alianza Lima, el Focker F-27, donde mueren todos sus compañeros. Él era parte del equipo, no viajó porque estuvo lesionado. Después del accidentes, ¿a quién crees que buscaron los periodistas? Es válido el trabajo de los hombres de prensa, pero él era un adolescente y quizás nunca se entendió eso.
Lo otro puede ser en su etapa de capitán de la selección, los fracasos que se dieron, la frustración del deportista, de todo un país, las tuvo que asumir él como capitán ante la prensa.
¿Juan Reynoso es un líder?
Tiene algunas características. Repito, no lo conozco.
No soy psicólogo, pero me da la impresión que el técnico de Melgar trata de protegerse de algo
Puede ser. Recuerda que es muy importante los 'estilos de dirección'.
Te comento que hay dos complejos en este caso. El Complejo del Emperador, el que cree que todo gira en torno a él, quien se cree lo máximo, él es el más importante, es un tirano en todas las áreas. En este caso no creo que Reynoso encuadre aquí, puede existir algunas características, pero no del todo. He escuchado que Reynoso, más allá del campo de fútbol, es todo un buen tipazo.
¿Cómo es el tratamiento para este complejo?
(Sonríe) Simple, se le hace pisar la realidad. Para que me entiendas, se le deschava, se le da ubicaina (risas). Claro que es todo un proceso.
¿El otro complejo?
Es el Complejo Protector Alfa. Que protege todo. Su vida, trabajo, famila, amigos. Es el macho alfa de la tribu, incluye agresión, impaciencia, furia y hostilidad; no importa qué, no se rinde hasta alcanzar su objetivo; siempre dice exactamente lo que piensa o no tiene problemas para desafiar a la gente; toma la decisión que cree que es correcta, inclusive si sabe que a los demás no les agradará. La dosis sería, orientar diferentes estrategias, manejos y herramientas para proteger la causa. Reaprender formas y estilos acertivos de proteger
Un amigo y colega, Pepito Mamani, escribía de los creadores de “Roba, pero hace obra”, llega "Te manda a la mierda, pero campeona". ¿Es así el hincha, todo esto por el caso Reynoso y los periodistas?
(Risas). Mira, en el hincha, en el fanático, por su equipo, no hay razonamiento. Ellos solo están pendientes del momento, del resultado del día. Nada más. Gana, es un héroe; pierde, es lo peor.
Tienes razón porque he seguido de cerca todo este proceso de concursal en Melgar y estoy convencido que esto es una burbuja que reventará. Llegará el día que Jader Rizqallah dirá “me voy”, y junto a su empresa Inversiones Deportivas FBC Melgar se irá con todo los millones y Melgar como institución quedará en nada.
Mira, Rómulo, mientras el equipo esté ganando, luchando el bicampeonato, al hincha no le va a interesar nada; lo otro se verá en su momento y casi siempre ese momento será tarde. El pensar del hincha es el pensar de la mayoría de los peruanos. Lo que pasa en el fútbol es lo que sucede en la sociedad peruana.